El bitcóin y el resto de criptomonedas llevan dos meses en caída libre. Desde los máximos de noviembre, la moneda virtual más famosa ha perdido un 44% de su valor, Ethereum un 49% y Dogecoin (promovida por Elon Musk) un 56%. Este desplome no afecta solo a los activos digitales, sino que está arrastrando a una miriada de compañías cotizadas en Bolsa cuyo negocio principal está muy ligado a este nuevo mundo de los criptoactivos.
Un buen ejemplo es Coinbase, una plataforma de compraventa y custodia de monedas virtuales, que debutó en Bolsa el 14 de abril de 2021. En su primer día las acciones se dispararon un 20%, valorando al conjunto de la compañía en más de 100.000 millones de dólares. Con el derrumbe de los activos digitales, los inversores han salido huyendo de la firma, que ahora vale unos 40.000 millones de dólares.
Se calcula que el valor total de todas estas monedas electrónicas ha caído en 1,2 billones de dólares desde noviembre. ¿La causa? En parte, la decisión de la Reserva Federal de empezar a subir los tipos de interés. Cuando el dinero es muy barato, los inversores han buscado oportunidades en cualquier parte para sacar rentabilidad. Pero ahora que se va a encarecer, estas inversiones alternativas ya no parecen tan atractivas.
También ha afectado al mundo de los activos digitales los anuncios de China y de Rusia de que van a prohibir las transacciones de estas monedas.
Tres patas de un sector en auge
- Minado. Para obtener criptomonedas hay que utilizar decenas de ordenadores que resuelven algoritmos. La mayoría de los mineros están en China, pero el país ha prohibido esta actividad. En Canadá y Estados Unidos han surgido varias compañías cotizadas especializadas en alquilar estos equipos informáticos para los mineros.
- Plataformas. Cuando se consigue un bitcóin hay que conservar las claves de acceso a los códigos en un lugar seguro. Por eso han surgido plataformas como CoinBase que ofrecen servicio de custodia de activos digitales y también se utilizan para comprarlos y venderlos. Incluso ofrecen tarjetas de débito referenciadas a criptomonedas, gracias a acuerdos con Visa o Mastercard.
- Asesoramiento. Otra línea de negocio en este sector son las firmas especializadas en asesorar a otras compañías sobre cómo pueden aprovechar la tecnología blockchain y el universo de los activos digitales. Cada vez hay más interés en el sector financiero y en el jurídico sobre las oportunidades que ofrece.
Otra compañía cotizada que se está desplomando arrastrada por el bitcóin es MicroStrategy. Aunque en teoría es una compañía de programas informáticos, su consejero delegado, Michael J. Saylor, la ha hecho muy popular porque ha apostado con fuerza por el bitcóin, reinvirtiendo sus beneficios en esta criptomoneda. Durante los últimos meses ha gastado 3.750 millones de dólares en seguir comprando este activo, con lo que ha ligado por completo su futuro a la cotización de este dinero virtual. La compañía tiene más de 5.000 millones de dólares en estos activos digitales y Saylor ha asegurado que no los van a vender bajo ningún concepto.
Sector auxiliar
Una parte fundamental de este nuevo sector de los criptoactivos tiene que ver con cómo se obtienen los mismos. El bitcóin y otras monedas virtuales se consiguen descifrando con ordenadores una serie de complejos algoritmos. Tras varios días de lo que se llama en la jerga “minado”, se resuelve el código y se consigue una nueva moneda.
Para aprovechar esta dinámica de uso intensivo de equipos informáticos en el minado han aparecido compañías que montan instalaciones con miles de ordenadores para luego alquilarlas a empresas mineras. Una de estas firmas, la canadiense Hut 8, que cotiza en el Nasdaq, ha perdido un 65% de su valor desde los máximos alcanzados en noviembre. Lo mismo le ha ocurrido a la también canadiense Bitfarm, que tiene cinco grandes centros de minado, y que se ha dejado más de la mitad de su capitalización bursátil. O a la estadounidense Riot Blockchain.
Universo ‘blockchain’
La tecnología que utilizan los activos digitales es la de las de las cadenas de bloques (blockchain, en inglés), que permite validar cada una de las operaciones de minado o de intercambio de monedas de forma descentralizada. No hace falta un Gobierno o una cámara de compensación que de fe de esa transacción, sino que es el conjunto de la comunidad quien certifica la misma.
Los defensores del blockchain defienden que es una tecnología que puede revolucionar muchos sectores, especialmente el financiero y el legal. Compañías como Galaxy Digital asesoran para expandir el uso de la tecnología, pero también han sufrido severas caídas por el derrumbe de la cotización de las criptomonedas.
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