El día que el Cádiz aplastó al Dream Team

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“Nos bebimos el champán que traían en sus maletas”, recuerda Pepe Mejías, uno de los componentes de aquel Cádiz que el 11 de mayo de 1991 logró una goleada por 4-0 ante el Barcelona de Johan Cruyff. El conjunto catalán llegó a Andalucía con las maletas llenas de cava y dispuesto a entonar el alirón en la primera de las cuatro Ligas ganadas por el técnico holandés de forma consecutiva entre 1990 y 1994. El Cádiz era el colista y recibía al líder, que le sacaba nueve puntos al Atlético de Madrid. De ganar en Carranza habría sido campeón, pero el espectacular 4-0 con el que se encontró retrasó 24 horas la celebración de la primera de las ligas conquistadas por Cruyff. La derrota del Atlético ante la Real Sociedad (2-1) proporcionó el título a los catalanes.

“Estábamos en el pozo y salimos adelante”, añade Mejías en un reportaje de los medios del Cádiz. Y tanto, los goles del propio Mejías, de Dertycia y los dos tantos de un joven Quevedo alimentaron la leyenda de un Cádiz que vivió los mejores momentos de su historia a caballo de las décadas ochenta y noventa del pasado siglo. Un Cádiz dirigido por Ramón Blanco y con un jovencísimo Lorenzo Buenaventura en la preparación física que acabó salvándose de manera milagrosa en la promoción de descenso. En los penaltis y tras batir al Málaga en un duro derbi regional andaluz.

El Ramón de Carranza vibró como en sus mejores tardes en un choque donde Blanco ordenó que un delantero, José González, hiciera un marcaje al hombre a Ronald Koeman. El actual entrenador del Barcelona vivió una jornada muy triste. De hecho, fue su única derrota como jugador del Barcelona frente al Cádiz: jugó seis partidos entre 1989 y 1993, de los que ganó cinco (todos por goleada) y solo perdió ese 4-0. Koeman se había recuperado de una grave lesión de rotura del Tendón de Aquiles para disputar el tramo final de esa temporada. Blanco también ordenó otro marcaje al hombre a Laudrup.

Fue la misma campaña en la que en el duelo de la primera vuelta frente al mismo Cádiz debutó como titular Pep Guardiola con 19 años. Un Cádiz donde la figura de Mágico González era ya meramente testimonial. De hecho, el genial futbolista salvadoreño solo jugaría cinco partidos en esa temporada, que sería ya la última en su estancia en Andalucía. En ese Cádiz de veteranos como Juan José, Carmelo o el propio Mejías despuntaban ya jóvenes como Quevedo o Barla, así como Dertycia, un delantero argentino que acabó en el Tenerife de Jorge Valdano para hacer goles que privaron al Madrid de ganar una Liga en 1993 precisamente para beneficiar a ese Barcelona de Cruyff al que marcó en 1991.

El Cádiz preparó con esmero el partido. A lo largo de la semana, la afición se mostraba segura del milagro y animaba a los jugadores en los entrenamientos y en las calles de la ciudad. En 1987, por ejemplo, el equipo se había salvado después de que su presidente, Manuel Irigoyen, se inventara una eliminatoria por el descenso ante Racing y Osasuna después de quedar colista. El Cádiz, por supuesto, acabó salvando la categoría. La afición andaluza estaba acostumbrada entonces a los milagros. Tras este triunfo ante el Barcelona, el segundo de su historia en el Carranza tras el 1-0 de la temporada 81-82 con Udo Lattek en el banquillo, jugadores como Carmelo celebraron la victoria en la feria de El Puerto de Santamaría.

Tras un largo paréntesis desde 2005 (1-3 con Messi de titular), el Barcelona vuelve a visitar el Carranza. Ahora el Cádiz recibe a los catalanes mejor clasificados aunque inmerso en una mala racha de tres partidos seguidos sin ganar (dos derrotas y un empate).


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