El duque de Edimburgo, trasladado a otro hospital de Londres ahora por una dolencia cardíaca


El duque de Edimburgo ha sido trasladado este lunes en ambulancia al Hospital St Bartholomew, en Londres, para que le sean realizadas pruebas y esté en observación por una “condición cardíaca preexistente”. Todo ello tras ser ingresado hace dos semanas en el Hospital King Edward VII por una infección. Lo que iba a ser, según portavoces del Palacio de Buckingham, una estancia breve y por precaución se está complicando según pasan los días. El marido de Isabel II, de 99 años, ha recibido en este tiempo solo la visita de su hijo Carlos ya que la pandemia obliga a los familiares a no tener contacto con los pacientes.

Un portavoz del palacio de Buckingham ha sido el encargado de comunicar la noticia: “El duque de Edimburgo fue trasladado hoy del Hospital Rey Eduardo VII al Hospital de San Bartolomé, donde los médicos continuarán tratándolo por una infección, además de realizar pruebas y observación de una enfermedad preexistente de sus problemas cardiacos. El duque se siente cómodo y responde al tratamiento, pero se espera que permanezca en el hospital al menos hasta el final de la semana”.

El centro médico al que ha sido trasladado el marido de Isabel II posee el servicio cardiovascular especializado más grande de Europa, el Barts Health Center, que además tiene una “reputación mundial para el tratamiento de cánceres comunes y raros”, según el hospital.

Nacido en Grecia en 1921 (aunque en el exilio desde su juventud), el duque cumplirá 100 el próximo 10 de junio, una fecha para la que la institución ya está preparando una celebración especial, pese a que él decidió retirarse de la vida pública tras décadas de servicio en agosto de 2017.

El príncipe Felipe ha disfrutado de una salud excelente y todavía mantiene un estilo de vida activo. Pero en los últimos años ha luchado contra alguna dolencias. En diciembre de 2011 estuvo cuatro días en el hospital después de sufrir dolores en el pecho por lo que fue sometido a una cirugía en una arteria coronaria bloqueada. En junio de 2012 permaneció seis días ingresado por una infección urinaria. En junio de 2013 se sometió a una cirugía abdominal por una afección no revelada que le llevó a estar hospitalizado 11 días. En junio de 2017 volvió a un centro médico como medida de precaución por una infección derivada de una afección preexistente. En abril de 2018 fue operado de una cadera. Y en diciembre de 2019 recibió tratamiento en el Hospital King Edward de Londres de nuevo por una “afección preexistente”.

En los últimos días ha trascendido que el duque de Edimburgo está muy disgustado por la decisión de su nieto Enrique de apartarse definitivamente de la familia real. Felipe de Edimburgo ha hecho grandes esfuerzos por intentar comprender exactamente por qué la joven pareja formada por Enrique y Meghan, que aparentemente lo tenía todo de su lado, querría cambiar su privilegiada vida por una existencia más corriente. Así lo ha explicado Ingrid Seward, biógrafa que ha escrito libros acerca de diversos miembros de los Windsor: “Ha sufrido mucho, por ejemplo, por lo que ve como un abandono por parte de su nieto Enrique de sus tareas, porque deje su tierra natal y todo lo que amaba por una vida egoísta y de famoso en Norteamérica. Se le ha hecho muy difícil comprender exactamente qué era lo que hacía la vida de su nieto tan insoportable. Hasta donde sabe Felipe, el matrimonio lo tenía todo: una casa perfecta, un hijo sano y una oportunidad única para lograr un enorme impacto global con sus tareas solidarias”.


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