El Eibar logró arrancar un punto de gran mérito de La Romareda, ya que jugó con un hombre menos desde el minuto 40 y con dos desde el 77, ante un Real Zaragoza que sigue sin encontrarse esta temporada y que continúa sin ser capaz de mantener una línea estable de rendimiento, ni siquiera en clara superioridad.
Al conjunto aragonés, que venía de una dolorosa y justa derrota, incluso corta, en Anduva ante el Mirandés que en esos momentos era colista, no fue capaz de reaccionar y dejó volar un punto de un estadio de La Romareda que hace mucho que dejó de ser un fortín y que coloca de nuevo a los ‘blanquillos’ bordeando el descenso.
Para el conjunto armero el empate es oro teniendo cuenta su clara situación de inferioridad numérica durante muchos minutos y además le permite seguir pugnando por la segunda plaza, que le queda a dos puntos mientras que el liderato está a cuatro.
El conjunto zaragocista volvió a evidenciar un mal que parece haberse convertido en endémico ya en la últimas temporadas, su incapacidad para ganar en su estadio, donde después de doce puntos posibles solo ha sumado cinco y ni siquiera con una gran ventaja disfrutó de claras ocasiones porque prácticamente no tuvo en todo el partido.
El inicio del juego conllevó un mayor dominio del balón del equipo visitante pero sin crear peligro, lo mismo que los propietarios del terreno. El juego era muy táctico con los dos equipos más preocupados de no desordenarse que de buscar con convicción el área rival aunque a partir del minuto 20 el conjunto maño dio un paso adelante y, más por empuje que por buen juego, consiguió pisar área y dar más sensación de peligro aunque siguió sin haber ocasiones claras.
El partido comenzó a complicarse para el Eibar con la lesión de Berrocal en el minuto 25 y la situación fue a peor cuando en el 40 su sustituto, Frederico Venancio, fue expulsado con roja directa tras revisar el colegiado a instancias del VAR un manotazo del portugués a Valentín Vada.
El técnico del conjunto armero, Gaizka Garitano, recompuso el equipo pasando a jugar con tres centrales tras realizar dos cambios y se defendió con orden ante un conjunto ‘blanquillo’ que abrió el juego a las bandas pero que tuvo muy poca precisión en las combinaciones y especialmente en los centros, lo que le impidió disfrutar de ocasiones de gol en toda la segunda parte.
Sergio Bermejo marcó en el 63 pero el tanto fue anulado tras consultar el colegiado en el VAR por un manotazo previo del jugador zaragocista a su defensor. La incapacidad local permitió al equipo eibarrés aguantar sin problemas y tirando de experiencia y también de picardía fue capaz de salvar un punto que le sabe a victoria pese a quedarse con nueve en el minuto 77 por expulsión de Javi Muñoz.
Real Zaragoza: Cristian Alvarez; Fran Gámez (Larrazábal, m.46), Lluís López, Jair, Fuentes; Francho (Manu Molina, m.83), Jaume Grau; Bermejo (Mollejo, m.66), Vada (Puche, m.83), Giuliano Simeone; e Iván Azón (Gueye, m.66).
S.D. Eibar: Yoel; Tejero, Berrocal (Venancio, m.29), Arbilla, Imanol (Quique, m.81); Sergio Alvarez, Matheus Pereira; Corpas (Correa, m.42), Javi Muñoz, Stoichkov (Nolaskoain, m.42); y Bautista (Blanco Leschuk, m.46).
Goles: No hubo
Árbitro: Trujillo Suárez (Comité de Tenerife). Expulsó con roja directa a Venancio (m.40) y a Javi Muñoz (m. 70). Amonestó con tarjeta amarilla a Fran Gámez y Jair, del equipo local y a Berrocal, Tejero, Arbilla, Correa, Blanco Leschuk, Imanol, Nolaskoain y Matheus Pereira del visitante.
Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de Liga de Segunda división disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 18.523 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por la tragedia ocurrida en Indonesia
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