El Eibar deja al Betis herido de muerte

La SD Eibar ha dejado herido de muerte el primer proyecto, ya veremos si no es el último, de Manuel Pellegrini y Antonio Cordón (y el enésimo de Haro y Catalán) al frente del Real Betis Balompié, que volvió a ofrecer una paupérrima impresión y cayó con pasmosa facilidad ante el conjunto armero, que como el Athletic una semana antes, olvidó sus penurias goleadoras ante un rival que le dio todo tipo de facilidades y volvió a completar una actuación bochornosa.

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El Real Betis fue un manojo de nervios desde el pitido inicial, en especial después de que Cristian Tello fallara un claro mano a mano ante Dmitrovic (20’) en el que el meta serbio le ganó la partida y evitó el 1-0 con una brillante intervención. El juego, hasta entonces, había estado equilibrado, con dos equipos temerosos y sin soltar amarras, pues en el bando local apenas irrumpían los laterales o aparecían Fekir y Joaquín, mientras que en las filas visitantes solo el sevillista Bryan Gil parecía capaz de generar complicaciones a la insegura zaga y portero locales, que las pasaron canutas una y otra vez para sacar el balón ante la presión alta de los armeros.

Sin Claudio Bravo, Mandi y William Carvalho -este en el banquillo por decisión de Pellegrini, que apostó por Guardado- la salida del balón de los béticos desde atrás dejaba muchísimo que desear. Joel Robles no es un virtuoso con el balón en los pies, ni Guido Rodríguez, al que se la echaba más veces de la cuenta, y en una de ellas el argentino propició una pérdida de balón absurda en la frontal que acabó con centro lateral de Pape Diop, Bryan Gil ganándole en el salto a Emerson e Inui remachando el 0-1 sobre la línea de gol. El balón ya entraba pero el japonés quiso asegurarse de ello y lo empujó sobre la línea… para fortuna de los béticos, pues luego el VAR demostró que partía de fuera de juego y evitó que el 0-1 subiera al marcador.

Pero daba igual. Como ya ha ocurrido otras muchas veces -ante Madrid, Atlético o Barça- a la vuelta del descanso el equipo bético salió desconectado y sirvió en bandeja el triunfo al rival. Manuel Pellegrini, que volvió a equivocarse en la alineación dando la titularidad a un Joel Robles más que amortizado -el juego de pies de Dani Martín es muy superior-, quitó en el descanso a Emerson -con una amarilla- y metió a Martín Montoya, que lo primero que hizo fue observar impasible cómo Muto remataba a placer el 0-1 en su narices a la salida de un córner peinado por Esteban Burgos su primer gol en la Liga española.

Apenas tres minutos después, Joel Robles regalaba el 0-2 cometiendo un absurdo penalti y ‘cargándose la jangá’, como se dice por estas tierras cuando se echa todo a perder.

El partido estaba visto para sentencia. Los cinco cambios de Pellegrini no arreglaron nada y el Eibar ganó con facilidad pasmosa y si no acabó goleanbdo fue porque, al final, Joel, salvó dos o tres goles cantados, incluido un penalti a Sergi Enrich en el 88’. A buenas horas…

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