El Elche fue el último rival de Miki Roqué

El Elche CF, que este domingo visita el Benito Villamarín, fue el último rival ante el que jugó un partido el malogrado central catalán del Real Betis Miki Roqué, el 12 de febrero de 2011, quien ese día ya jugó con unas molestias que parecían musculares y luego resultaron ser un cáncer de pelvis que acabó con su vida meses después, pues falleció el 24 de junio de 2012. Ese fue el decimosegundo partido que jugaba Miki Roqué esa campaña en las filas del primer equipo del Real Betis, con el que se había hecho con un puesto de titular de la mano de Pepe Mel tras su paso por el Liverpool, el Xerez, el Cartagena y el filial bético.

El Elche visita hoy de nuevo el Benito Villamarín después de siete años sin hacerlo, pues su última comparecencia en el campo del Real Betis data del 20 de octubre de 2013, cuando se impuso por 1-2 con goles de Fidel -aun hoy en las filas ilicitanas y apuntando a titular- y Manu del Moral, con tanto de Jorge Molina para los béticos. Ese fue el último enfrentamiento entre ambos equipos registrado en los últimos treinta años en la máxima categoría, pues el anterior data de junio 1989 y lo ganó el Betis 3-1, con tantos de Chano, el Puma Rodríguez y Calleja, y Saavedra para los ilicitanos.

El resto de enfrentamientos en estas tres últimas décadas correspondieron a cuatro en Segunda división -los tres últimos ganados por los ilicitanos- y dos de la Copa del Rey -favorables a los béticos-. Ese partido del 12 de febrero de 2011 fue el último entre ambos en la categoría de plata y el último también que jugó Miki Roque, que ese día tuvo de compañeros, entre otros, a Beñat, Emaná, Salva Sevilla, Jorge Molina o Rubén Castro, que aún hoy siguen goleando -el canario hizo ayer doblete con el Cartagena y es pichichi en solitario de la Segunda división. Aquel día ganó el Elche -entrenado por Bordalás- por 1-4, pese a jugar con uno menos los últimos 25’ minutos. Fue la cuarta derrota seguida de un Betis que llegó a enlazar otra más -cinco seguidas-, pero luego se puso las pilas y acabó ascendiendo de forma holgada a Primera división. En el Benito Villamarín, cada vez que un partido llega al minuto 26’, se escucha una ovación en memoria de Miki Roqué -que lucía el dorsal 26-, incluso ahora que los partidos son sin público.


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