El entrenador que tiene el mismo coeficiente intelectual que Einstein


El mundo del fútbol, como otros aspectos de la vida, está repleto de tópicos y de juicios preconcebidos. Se suele pensar que los futbolistas no son inteligentes. Una sentencia basada en las declaraciones de algunos de ellos ante los medios y en que desde bien jóvenes viven en una realidad paralela aislada del resto de los humanos. Pero esto no es así, aquí tienes unos cuantos ejemplos de ello.

Esta inteligencia la trasladan a los terrenos de juego e incluso a los banquillos, donde hay que tener unas gran aptitudes para manejar a futbolistas de primer nivel. Hay un entrenador en concreto que llama la atención en este aspecto. Hace diez años le realizaron una serie de pruebas y resultó que tenía el mismo coeficiente intelectual que Einstein o Bill Gates (160). Es decir, un superdotado.







Se trata ni más ni menos que Frank Lampard, actual entrenador del Chelsea. En el año 2009 el doctor de los blues, Bryan English, les dijo a los jugadores que les iba a realizar unas pruebas para medir su nivel de intreligencia. Los futbolistas se pensaban que iba en broma, pero no. Eso sí, English les garantizó que los resultados serían anónimos. Y así lo hizo. No dijo nombres. Simplemente se limitó a explicar que había un coeficiente de uno de ellos que superaba el suyo. Posteriormente se supo que era el de Lampard.







Por aquel entonces ya era uno de los jugadores clave del Chelsea, donde destacaba por su polivalencia y su excelente posicionamiento en el campo. A raíz de estos resultados, se empezó a indagar sobre el pasado académico del inglés y descubrieron que en secundaria sacó la máxima nota posible en 12 asignaturas , uno de ellas, latín. Y es que en algunas concentraciones se había podido ver a Lampard leer libros en esta lengua y en otras lenguas clásicas. Además, en sus ratos libres estudiaba por placer.







Ahora, a sus 41 años, quiere poner toda esta inteligencia al servicio de su equipo. Y de momento la cosa no le va nada mal teniendo en cuenta que no puede fichar. Se ha tenido que estrujar el coco, pero la cosa pinta bien.





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