Con la que está cayendo.. y resulta que la sequía rojiblanca en San Mamés riza el rizo entre la temporada pasada y la actual. Desde el mes de junio el equipo bilbaíno no sella triunfo alguno en su estadio. Fue allá por el 27 de junio cuando los de Gaizka Garitano doblegaron al Mallorca para entrar después en barrena con una sucesión de petardazos inesperados. Este domino a los leones les espera un oponente que con el míster de Derio se ha estrellado siempre. Las dos veces que ha pisado Bilbao ha claudicado con encuentros cerrados, emocionantes cuando ha habido que jugar fuera, más de lo mismo.
Sin embargo, el Levante es de esos equipos que apoyados en su descaro puede dar un disgusto a cualquiera, y como se le ocurra hacerlo este fin de semana puede hacerla la pascua a Garitano y los suyos. El horno no está para bollos después de los acontecimientos deportivos e institucionales y urge el triunfo. Pero si las estadísticas valen para algo, hay un elemento más al que agarrarse. Sin ir más lejos, en el primer curso del entrenador vizcaíno los rojiblancos firmaron un partido de órdago, con resolución final que encendió el entusiasmo. Era el 3 de abril de 2019. Yuri -espectacular zapatazo tras una profunda jugada- y Williams pusieron en franquicia el encuentro con un par de dianas facturadas en los minutos 5 y 27. Parecía más que encarrilado el choque, pero el Levante se empeñó en amargar la jornada y casi lo consigue.
Roger, de penalti en el minuto 50 y Cabaco, a falta de segundos para el final y a la salida de un córner con fallo defensivo incluido, dieron un revolcón al partido, hasta que apareció Muniain para mostrar su sangre fría a través de una pena máxima. Simón había hecho una falta previa al navarro de una manea innecesaria.
Vuelco final
En el siguiente ejercicio, la emoción volvió a presidir el duelo ante el Levante, porque por haber hubo hasta una emocionante remontada y goles de una belleza remarcable. Poco antes de llegarse al descanso, Postigo adelantó a los granotas tras una posible falta de Miramón a Córdoba en el salto. No hacía justicia al marcador, pero el Levante y las dificultades en defensa por momentos de los bilbaínos explicaron el momento crucial.
Pero las cosas cambiaron en la reanudación, porque Capa soltó un centro bendito casi desde el córner -de esos que tanto reclama Garitano- para que Muniain rematara de cabeza en el segundo gol. Era el minuto. La explosión de júbilo de San Mamés llegaría muy al final con un golazo de volea de Capa, al enganchar un disparo desde fuera del área que casi nunca solía salirle al de Portugalete, como recordó Garitano en la rueda de prensa posterior. “No le he visto meter un gol ni en un entrenamiento porque en los últimos metros se le apaga un poco la luz…”, dijo con una cierta dosis de humor.
El minuto 88 fue mágico. Su disparo es de lo que se ven muy pocas veces. Era el 10 de noviembre del pasado año. Curiosamente, es la última vez que el Athletic de Garitano ha obtenido una remontada.
También en La Nucía
Como remate a la línea marcada con el Levante desde que Garitano lleva el equipo bilbaíno, en el encuentro de vuelta disputado en la Nucía los leones lograron otro triunfo. Por 1-2. Abrió el tanteador Raúl García a los 4 minutos con un derechazo a botepronto y cuando se estaba a punto de llegar al descanso el marcador el futbolista navarro con una preciosa vaselina que superó a Aitor Fernández. Bardhi puso el gol granota en ls misma línea de gol para dar cierta emoción, pero los leones aguantaron el tipo y de esa manera se engancharon a la competición continental. Fue el 12 de julio. Este domingo un triunfo local sería agua bendita para el Athletic la historia está de su parte, pero…
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