El Espanyol se inmola en el Villamarín


En esta verbena de San Juan no hubo hogueras en las plazas y calles de Catalunya por culpa de las restricciones lógicas que se han impuesto en la sociedad post coronavirus.



Pero a falta de fuego, el Espanyol se inmoló el solo este jueves en el Villamarín, se quemó y quemó casi todos los escasos cartuchos que tenía para aspirar al milagro, a la salvación.

Empezó mal la jornada tras la victoria del Celta y del Eibar y el empate del Leganés, que alejaban un poquito más la gesta. No ayudaron los directos rivales, pero es que el Espanyol tampoco hizo los deberes, debía vencer y no lo hizo.

Y ahora, con 8 puntos de desventaja con la permanencia, el sueño puede devenir una pesadilla pues estas siete jornadas que restan para acabar la Liga exprés pueden ser un suplicio para los de Abelardo y para toda la hinchada perica, hundida como nunca.

Sin goles no hay amores, no hay nada

Este jueves, el partido ante el Betis fue la viva estampa de lo que ha sido el juego del Espanyol en un curso para el olvido. Blando atrás, sin ideas ni intensidad en la medular y lo más importante, sin pegada ni gol es imposible sobrevivir en esta Liga de titanes. Calleri y Wu Lei tuvieron cada uno una ocasión en cada periodo y fallaron incomprensiblemente, sobre todo el ariete chino, que se marcó una pifia a lo Cardeñosa que entrará por la puerta principal en un libro que recoja ‘cómo es posible fallar una ocasión así’.

Salió De Tomás al rescate, pero no se le pueden pedir milagros a un jugador que está tocado y que llegó enero cuando el equipo ya había caído en barrena.

Nico Melamed

Pocas cosas se pueden salvar del partido de los pericos en Heliópolis, pues para colmo de males el ‘verdugo’ fue un ex azulgrana criado en la cantera perica, Marc Bartra.

Sólo destacar un nombre, Nico Melamed que tuvo un cuarto de hora para ponerse el equipo a la espalda, darle una asistencia de oro a Wu Lei y demostrar que hay futuro en la cantera perica, si no lo acaban vendiendo este verano.

Ya lo dijo un emocionado David López al acabar el duelo, “no voy a permitir que nadie baje los brazos”. La afición perica se merece, a menos, que se dejen la piel antes de bajar a Segunda. Para empezar el domingo ante el Real Madrid, que no puede salir de paseo al RCDE Stadium.


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