El Espanyol suma un punto y gracias ante Osasuna

El Espanyol sumó un punto este domingo ante Osasuna y sigue sin apuntalar matemáticamente la permanencia tras un partido que volvió a dejar decepcionada y preocupada a una afición perica harta del juego de su equipo pese a la mejora mostrada en una segunda parte donde sí dieron la cara.

El Espanyol pudo dar por bueno el empate arañado pues Osasuna acarició el triunfo con un latigazo del Chimy Ávila que escupió el travesaño ya en el descuento. El duelo estuvo marcado por la polémica suplencia de RDT y de nuevo por una primera parte de los pericos horrorosa. Sin pisar el acelerador Osasuna dominó y se fue al descanso con ventaja gracias a un gol de Budimir. Los cambios de Vicente Moreno en la segunda parte (RDT y Nico) mejoraron el juego de los blanquiazules pero solo les alcanzó para empatar gracias a un golazo de Nico Melamed. Y gracias. Con 40 puntos en su haber el Espanyol intentará certificar la salvación el miércoles ante un necesitado Alavés. 

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La ‘bomba’ explotó una hora antes del inicio del partido cuando se confirmó que De Tomás no era titular y que obedecía a una decisión técnica. Se dispararon las suspicacias, alimentándose la idea de que el ariete podía ser ‘castigado’ por la enganchada que Vicente Moreno tuvo con él en el Bernabéu. Se calentaba el duelo.

Osasuna salió mandando ante un Espanyol ‘empanado’ y a remolque desde el arranque. Los rojillos combinando con criterio, se hicieron con el mando ante un once perico desentonado, blando atrás y sin pisar área rival.

Brasanac dio un par de sustos, pero Cabrera aguantó el tipo, viéndose pronto que el Espanyol iba a regalar a su afición otro partido para el olvido. Darder (11’) y Vilhena (14’) llevaron peligro en un par de ocasiones, pero la zaga navarra no sufrió. Bien al contrario de la defensa perica pues en el 17’ Brasanac estuvo cerca de deshacer las tablas tras una gran contra, pero Diego López abortó con su salida un gol que ya se cantaba.

El juego del equipo de Vicente Moreno desesperaba a la grada y los gritos de ‘Rufete véte ya’ empezaron a arreciar. Y es que Osasuna, sin pisar el acelerador, dominaba a placer y llegaba con peligro frente a un indolente Espanyol al que nada le salía.

Puado era el único que pisaba área rival, con más corazón que acierto. El internacional la tuvo a la contra, tras un gran autopase, pero Sergio Herrera se lució (32’). Cinco minutos probó de cabeza.

Pero Osasuna, a la primera más clara que tuvo, ‘mató’. En el 42’ Kike Barja definió de lujo un gran pase filtrado de Budimir, poniendo el 0-1, justo viendo el dominio rojillo. Y la grada, harta, explotó por el mal juego de los suyos, viéndose los primeros pañuelos y arreciando el grito de ‘Raúl, Raúl de Tomás’, reclamando al ‘killer’.

Tras el descanso y la pésima primera parte, Vicente Moreno movió el banquillo y dio entrada a RDT y Melendo. El Espanyol mostró mejores bríos pero curiosamente, Osasuna acarició el 0-2. En el 54’ Budimir la tuvo pero sólo falló incomprensiblemente, en el área con todo a favor.

El ‘susto’ espoleó a los pericos y mejoraron sus prestaciones, viéndose otra cara. RDT y Puado pusieron a prueba al meta rojillo, pero fue Nico Melamed el que levantó al estadio con un golazo para poner las tablas. En el 66’ el canterano se inventó un obús colocado que sacó las telarañas de la escuadra rojilla.

El Espanyol se entonó a raíz del empate y buscó con todo el gol de la victoria, más enchufado con las entradas de Nico y RDT. Osasuna, pese a verlas venir, seguía dando guerra a la contra. El gol podía caer en cualquier área aunque los pericos apretaban más. En el 78’ Melamed pudo repetir pues su disparo se envenenó tras rebotar en un zaguero rojillo y casi entra. Y el público también apretaba con sus cánticos de apoyo.

El acoso arreció y RDT tuvo la victoria tras rebotar su disparo en un zaguero (89’), mascándose el gol. Como Embarba que probó el gol olímpico sin suerte. Es más, Osasuna tuvo la victoria con un latigazo del Chimy que escupió el travesaño en el 95′. Pero el 1-1 no se movió y los pericos siguen sin apuntalar la permanencia