El Girona, lastrado por la máxima de los inicios

El Girona, lastrado por la máxima de los inicios

El Girona se presentaba en Valencia con muchas ganas de demostrar que es un equipo con mucho que decir, sin embargo, hoy el equipo de Míchel ha ido de más a menos en un partido donde apenas han podido lucirse.

Aun siendo conscientes de que faltan fichajes para cerrar definitivamente la plantilla, los catalanes estaban convencidos de que, fueran los que fueran, estarían capacitados para competir. De hecho, el grupo mostró personalidad en el primer cuarto de hora de partido, con acercamientos y la posesión de balón.

El Valencia, pero, quiso demostrar el peso del escudo y de la historia, sometiendo poco a poco a los rojiblancos. Eso, y que al Girona empezaron a no salirle las cosas, fueron clave para que los ‘che’ llegaran antes a los duelos y empezaran a llegar con peligro a la portería de Juan Carlos.

La peor de las suertes llegó justo en ese momento que tanto detesta cualquier entrenador: antes del descanso y por un error en salida de balón. En el minuto 44, el Girona perdió un balón peligrosísimo cerca del área y Samu Saiz tuvo que forzar la falta en zona caliente. Tras la falta botada por Samu Castillejo, el balón tocó en el brazo de Valery con la consecuente pena. Penalti y Carlos Soler desde los once metros. Poco falla desde ahí el capitán y así se lo hizo saber a Juan Carlos.

Nada más empezar la segunda mitad, la suerte parecía cambiar para el Girona tras la expulsión de Cömert sobre Taty Castellanos. Oportunidad de oro para los de Míchel que intentaron poner la directa hacia Mamardashvili, aunque sin éxito.

Los cambios para los visitantes dieron más frescura, pero no fue suficiente ni tan siquiera para llegar con peligro e intimidar a los valencianistas, que estuvieron durante los noventa minutos bien colocados en zona defensiva. El Girona optó por poner a dos puntas y mover el balón de lado a lado para acabar poniendo centros al corazón del área, pero ni la circulación fue rápida ni se encontraron los espacios para probar suerte con las testas de Taty y Stuani, que salió a la hora de juego.

Al conjunto ‘gironí’ le faltó garra y agresividad y así lo reconoció el técnico vallecano en rueda de prensa. También es cierto que hay más margen que nunca para corregir errores y cambiar aquello que no acaba de salir porque, como ya habrán escuchado alguna que otra vez, los inicios nunca fueron fáciles.




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