El Gobierno mexicano lleva al Senado una propuesta para aumentar de seis a 12 los días de vacaciones pagadas

El Gobierno mexicano lleva al Senado una propuesta para aumentar de seis a 12 los días de vacaciones pagadas

Han pasado cinco décadas desde que la Ley Federal del Trabajo dictaminó que los trabajadores tendrían, como mínimo, seis días de vacaciones pagadas al año. Ahora el Gobierno, a través de la senadora de Morena Bertha Alicia Caraveo, ha introducido una propuesta para que esa cantidad aumente hasta los 12 días. En su informe asegura que “México tiene una deuda con sus trabajadores y su necesario derecho al ocio y al descanso”. De los 38 países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el país, después de Estados Unidos, que menos días de descanso remunerado les concede.

La iniciativa quiere modificar el artículo 76 de la ley para que el periodo de vacaciones pagadas “en ningún caso” pueda ser “inferior a los doce días laborables”. Esto supondría un aumento de seis días con respecto al mínimo actual. Carlos Ferran Martínez, abogado y coordinador de la Comisión Laboral del Colegio de Abogados de México, cree que la reforma “llega tarde” y que su aprobación sería “algo positivo para el país. Van a salir ganando todos, tanto los trabajadores como las empresas”. Ferran defiende que estas últimas “la van a acabar tomando bien, aunque hagan algo de ruido ahora” y se posicionen en contra. Este martes se ha dado un paso adelante en el tema. La Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado ha aprobado por unanimidad reformas a los artículos 76 y 78 de la Ley Federal del Trabajo, para ampliar el derecho de vacaciones pagadas de seis a 12 días laborales anuales.

El dictamen, que aún se tiene que avalar en la Comisión de Estudios Legislativos, para continuar el trámite, establece que, a partir del sexto año, el periodo de vacaciones aumentará dos días por cada cinco de servicios hasta alcanzar 30 días de descanso, y de ahí hasta llegar a los 32 días de descanso obligatorio por 35 años de servicio.

La Ley Federal del Trabajo no ha cambiado en materia de vacaciones pagadas en los 50 años que lleva vigente, con el impacto que esto ha tenido en los trabajadores. El 75% de los ciudadanos padece fatiga por estrés laboral y supera a países como China y Estados Unidos, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Un trabajador nacional trabaja más de 2.124 horas al año de media, según la OCDE. Eso es un 33% más que en Brasil, un país con una economía de tamaño similar. Además, el mayor número de horas trabajadas no redunda necesariamente en un aumento de la productividad. En Chile, se trabaja 1.825 horas al año, mucho menos que en México, mientras que su productividad es un 63% superior, de 13.231 medido en dólares de PIB per cápita anual, según datos del Banco Mundial.

“Siendo la 15 economía del mundo, no podemos seguir con una legislación tan anticuada en materia de derechos laborales”, asegura Ferran. Ahora mismo, la ley considera que los empleados tienen derecho a seis días de descanso en su primer año, y se aumenta un día por cada año trabajado, hasta llegar a 24. Eso también se quiere modificar para que el límite de este aumento no sea “hasta llegar a treinta” días de vacaciones remuneradas.

La reforma plantea además otros cambios. El partido del Gobierno quiere reducir la jornada laboral realizada durante el día (de las ocho actuales) y a seis horas la realizada durante la noche (ahora está en siete). También se planea un aumento, de cinco a 20 días laborables remunerados, “a los hombres trabajadores por el nacimiento de sus hijos y en el caso de adopción de un infante”. Ahora mismo los padres tienen, por ley y desde el 2012, cinco días de permiso por paternidad.

Estas normas no abarcan a los trabajadores informales, que forman parte importante del mercado laboral mexicano. Según el cálculo de la Encuesta Nacional de Ocupación, casi 31 millones de personas, la mitad de todos los trabajadores del país, tienen ocupaciones informales, con el efecto negativo que implica para el cumplimiento de sus derechos laborales. Carlos Ferran Martínez cree que ya está bien. “Si queremos trabajadores felices y productivos tenemos que darles días de vacaciones”, asegura.

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