El gran desafío

Hay cuatro futbolistas que están viviendo las vacaciones más especiales de sus vidas. A la vuelta de las mismas, Aihen
Muñoz, Ander
Barrenetxea, Ander
Guevara y Robin
Le
Normand serán jugadores de la Real Sociedad a todos los efectos. Habrán alcanzado el sueño con el que ingresaron, cada uno a su edad, en las instalaciones de Zubieta. Habrán consumado el salto al primer equipo, pero no es ni mucho menos una meta o el final del camino. Es sólo el principio. Para estos cuatro jóvenes comienza ahora el gran desafío, el que se lleva por delante casi tantos su

eños como las cribas de cada verano en las categorías inferiores.

Como reza el tópico, lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Para algunos el camino será sinuoso hasta asentarse en el primer equipo. Alguno no lo logrará, porque desde 2010 sólo 10 de los 21 que dieron el paso desde el Sanse lograron superar los 50 partidos con la camiseta txuri urdin. Para cada uno de los cuatro hay una hoja de ruta diferente.

La joya de la corona de esta ‘promoción’ es, sin duda, Ander
Barrenetxea. En este siglo no existe un solo precedente de un jugador que pase a formar parte del primer equipo con 17 años. Él se quedará y será un importante argumento ofensivo para Imanol. Ya lo dejó claro el técnico durante el tramo final de la temporada, en el que participó en ocho de los nueve últimos encuentros, como titular en los cuatro finales.

La Real quiere mimar al máximo la última fase de la formación del donostiarra y por eso no saldrá de Zubieta. Aspira a tener minutos en Donostia. Ya se los ganó la pasada campaña. No obstante, tendrá una pretemporada un tanto atípica, puesto que durante el mes de julio disputará el Europeo Sub-19.

La de quedarse en la plantilla es también la idea original para Aihen Muñoz. Los planes del club pasan por encontrar una cesión para Kevin Rodrigues y que el de Etxauri compita con un lateral que buscan en el mercado. Diego Rico es una de las opciones que baraja la entidad blanquiazul.

La cesión sí que es el destino más probable para los otros dos que llegarán al primer equipo: Robin
Le
Normand se ve afectado por el overbooking existente en el eje de la zaga. De seis centrales saldrán dos. Él tiene muchas papeletas para ser uno de ellos, en forma de cesión, claro.

Un problema similar se da en el centro del campo, donde Guevara es uno de los nueve mediocentros del equipo. El préstamo parece también la solución más probable para él. En cualquier caso, el gasteiztarra no analizará ninguna posibilidad antes de comenzar la pretemporada. Desea explorar sus opciones de convencer a Imanol y quedarse.

12 en tres temporadas

Con cuatro fichajes anunciados y las cuatro incorporaciones del Sanse, a la Real le sobran unos siete jugadores. Debe aligerar nómina y estos dos no son los únicos canteranos que pueden salir cedidos. Si no hay sorpresas, Kevin Rodrigues, Merquelanz, Guridi y Bautista seguirán ese camino junto a Le Normand y Guevara. Y no es descartable que Gorosabel haga lo propio. Todos ellos son jóvenes formados en Zubieta que subieron al primer equipo durante las dos últimas temporadas, lo que da cuenta de lo difícil que resulta consolidarse y que el hecho de subir canteranos del Sanse no se traduce directamente en la presencia de estos en la plantilla.

De los 12 (5 en la 17/18, 3 en la 18/19 y 4 en la 19/20) que han subido en las tres últimas campañas, sólo Sangalli, Zubeldia, Barrenetxea y Aihen parecen tener sitio asegurado en un plantel que a día de hoy cuenta con 14 foráneos. Los otros ocho refuerzos que ha aportado el Sanse desde 2017 son carne de cesión y Odriozola se marchó al Real Madrid.