Garitano movió las piezas del ataque para recibir al Espanyol en San Mamés y fue una especie de maná para el Athletic. Confió en Raúl García para ejercer de nueve, movió a Williams a la banda derecha para que aprovechara los espacios y le dio el mando de la media punta a Muniain. Con la lesión del de la Txantrea, Sancet ocupó su lugar. Los leones han sumado 13 puntos en estas cinco jornadas. Una remesa de encuentros en la que el técnico ha echado mano de 20 jugadores. Los únicos que se han quedado a cero son Herrerín, Balenziaga, Núñez, Beñat, Ganea y De Marcos.
Pero también hay otros efectivos cuya participación en este tramo ha sido testimonial. Y es que desplazar a Williams al costado diestro ha frenado la progresión de Larra. Ha disputado un total de 24 minutos en las cinco citas más recientes del Athletic. 20’ frente al Espanyol y 4’ ante el Villarreal. Hasta el cambio de piezas había jugado 142 minutos repartidos en cinco encuentros, siendo titular solo en la visita a Butarque.
Lo que es evidente es que Larra ha bajado escalones en el orden de preferencias de Garitano. Contra el Levante ni siquiera entró en la convocatoria y presenció desde el banquillo los partidos ante Osasuna y Granada. El deriotarra optó por Kodro en El Sadar cuando en el descanso se lesionó Raúl García y recurrió a Lekue en los dos últimos envites.
Desde que Garitano ordenó el baile de efectivos para reactivar el ataque, Larra es el jugador menos utilizado de todos los que conforman la parrilla ofensiva del Athletic. Ibai se ha ido hasta los 145 minutos, los mismos que un Sancet que ha irrumpido con fuerza en la media punta encadenando dos presencias en el once. Lekue ha disputado 35’, también en los choques contra Osasuna y Granada.
Existen un par de nombres en el ataque bilbaíno que han tenido menos minutos que Larra, pero se debe a cuestiones físicas. Aduriz ha estado en el verde 5 minutos en este tramo, unas molestias en la cadera le han dejado fuera de combate, y
De Marcos, otra alternativa para la derecha, no acaba de dejar atrás un esguince de tobillo.
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