La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Paco Sanz, conocido como el hombre de los 2.000 tumores, a la pena de dos años de prisión como autor responsable de un delito continuado de estafa, según ha trascendido este viernes. El acusado había llegado a un acuerdo con la Fiscalía, tras reconocer que estafó a miles de personas al simular una enfermedad terminal. Logró recaudar más de 264.780 euros de personas, entre ellas varios famosos, que creían estar contribuyendo a sufragar un tratamiento experimental en Estados Unidos. Según la investigación policial, destinó este dinero a compras, viajes y hasta un crucero. De todo ese dinero, la sentencia le obliga a pagar 36.978 euros a los afectados.
El tribunal también condena a la que fuera durante un tiempo la compañera sentimental de Paco Sanz y también acusada, Lucía Carmona, a la pena de un año y nueve meses de prisión. Ella y la madre de Sanz, María del Carmen González, responsable a título lucrativo, “deben responder también conjunta y solidariamente” con los casi 37.000 euros de indemnización que impone la sentencia. El padre estaba procesado, pero falleció en mayo pasado
A Sanz se le diagnosticó el síndrome de Cowden en 2009, que es una enfermedad genética rara, responsable de causar múltiples tumores no cancerosos en varias partes del cuerpo, sin ningún riesgo vital inminente. El fiscal relata que el acusado, fingiendo que le quedaban escasos meses de vida, consiguió recaudar en siete años 264.780 euros pidiendo ayudas económicas a través de las redes sociales y en medios de comunicación para tratar de conseguir un tratamiento experimental en Estados Unidos. El acusado, que percibía una pensión por incapacidad absoluta de 745,99 euros, urdió un plan para obtener un lucro patrimonial ilícito entre los años 2010 y febrero de 2017. Con mensajes como ’’hago todo lo posible por salvar mi vida y la única opción experimental está en Estados Unidos. Gracias a personas como tú, voy a poder seguir con el tratamiento, quizá curarme, o incluso puede que se encuentre una cura que pueda ayudar a otros”, consiguió conmover a miles de personas, incluidos el humorista José Mota o el presentador de televisión Jorge Javier Vázquez, que contribuyeron a difundir su causa.
Durante el juicio dijo al tribunal que para curar su enfermedad, viajó entre 10 y 12 veces a Estados Unidos para que le realizaran un ensayo clínico que no tenía costes médicos. Estos viajes tenían un coste de entre 6.000 y 8.000 euros por desplazamiento y, debido a su escasa pensión, tuvo que pedir ayuda. “De familiares y amigos recibí entre 8.000 y 10.000 euros, pero no sé cuanto dinero recibí por parte de terceras personas”, reconoció. También recibió 500 euros por un libro que se publicó sobre su enfermedad.
Con el objetivo de dar más difusión a su supuesta condición, Sanz contactó con diversos actores y presentadores de televisión, como el humorista Santi Rodríguez, quien organizó una gala benéfica en Valencia el 30 de mayo de 2013, evento en el cual se llegó a recaudar 3.000 euros en entradas. Ese mismo año el escritor Miguel Hervás Abad publicó el libro Paco Sanz, una vida de sueños, una vida de lucha, con el prólogo y el epílogo redactados por el youtuber Auronplay y el exdeportista profesional Pedro García Aguado, respectivamente. Las ventas del libro ascendieron a 2.184 euros, con 364 ejemplares vendidos.
Bajo el pretexto de financiar el supuesto tratamiento, creó en 2010 una página web en la que exageraba los síntomas de su enfermedad, afirmando que sufría un “cáncer genético”, o que le quedaban “escasos meses de vida”. En dicha página web, colgaba mensajes del tipo “me avergüenza pedir dinero”. Daba incluso la posibilidad de que se le donase dinero mediante el envío de un SMS solidario con un coste de 1,45 euros al número 25600 con la Palabra Paco, o también la posibilidad de donarle cantidades a través de su cuenta de PayPal.
Durante la investigación, la policía que se incautó de 17 vídeos en los que se veía cómo el acusado se burlaba de sus donantes. Las personas estafadas le ingresaban el dinero mayoritariamente por transferencia bancaria. Sanz fue detenido en La Pobla de Vallbona (Valencia) ante sospecha de estafa, blanqueo de capitales y apropiación indebida. En algunas escenas descartadas de la grabación, Sanz aparece bromeando con el “oxígeno de la hucha”, en referencia a las donaciones que percibía, o jugando con una sonda hospitalaria con su madre bailando en el fondo.
36.978 euros de los 264.780 que llegó a recaudar
Los magistrados le obligan a indemnizar a los estafados por las cantidades que se han podido acreditar y no contempla las ganancias que se dejaron de percibir, como fue el caso de Aguado. Reclamó unos 20.000 euros por la pérdida de dinero que dejó de ingresar al realizar todo sin ánimo de lucro a favor de una causa solidaria falsa. “La existencia y cuantía de lucro cesante es necesario probarla. Las ganancias frustradas o dejadas de percibir han de presentarse con cierta consistencia y al tratarse de supuestos hipotéticos, la valoración de pruebas debe partir de la ponderación razonable de la probabilidad de que estos habrían tenido lugar no cabiendo incluir eventos de futuros acreditados llamados sueños de fortuna”, sentencian los magistrados. Por ello, concluyen que ninguno de los damnificados que solicitaron la devolución de este dinero dejado de percibir han acreditado cuáles han sido las ganancias que no ingresaron, limitándose a realizar meras manifestaciones sin apoyadura alguna.
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