El hotel de Cristiano Ronaldo en Madrid: 56.000 euros de pérdidas en 2019 y una apertura aplazada por el coronavirus

Exterior del Hotel Pestana CR7 Funchal, en Madeira, en una imagen de archivo de la compañía.
Exterior del Hotel Pestana CR7 Funchal, en Madeira, en una imagen de archivo de la compañía.Tiago Sousa / Pestana

Pestana CR7 Madrid S.L., la empresa con la que el futbolista Cristiano Ronaldo pretende abrir un hotel en la capital, tuvo unas pérdidas de 56.000 euros en 2019, el año previo a su teórica apertura, que quedó aplazada por el coronavirus. Tal y como recogen las cuentas de la compañía, participada al 50% por una sociedad del deportista y por la cadena hotelera portuguesa Pestana, el ejercicio de 2019 fue un año de preparativos para el establecimiento, arrendado en su día a Constructora Calpense en el número 29 de la Gran Vía de Madrid.

Es en ese emblemático edificio, que en sus primeras plantas acoge a Casa del Libro, donde el arrendador estaba “llevando a cabo obras de reforma, rehabilitación, ampliación y acondicionamiento integral del edificio”, según señalan las cuentas, refiriéndose siempre al año 2019. El objetivo, continúan, es “la implantación (…) de un hotel de 4 estrellas”, las mismas que tienen los únicos dos establecimientos de la marca Pestana CR7 en funcionamiento (uno en Madeira, la isla natal del futbolista y también de la familia Pestana, y el otro en Lisboa).

Precisamente, figuran en las cuentas varias partidas relacionadas con dichas obras de acondicionamiento. Se detalla, por ejemplo, que los 559.219 euros que aparecen en el epígrafe de inmovilizado material en curso “se corresponden fundamentalmente con servicios de supervisión y gestión del proyecto, así como honorarios de interiorismo, mobiliario y software”. Asimismo, los administradores de la sociedad detallan que cinco millones que figuran como préstamos y partidas a cobrar se corresponden “con anticipos a largo plazo realizados al arrendador del inmueble para sufragar el coste de las obras”.

Pese a estar formuladas en mayo del año pasado, cuando la pandemia ya había llegado a España provocando el confinamiento de la población durante el primer estado de alarma y graves perturbaciones al sector hotelero, las cuentas se presentan en modalidad abreviada y no hacen referencia a ese contexto. De hecho, indican que “el órgano de administración no tiene cocimiento de riesgos concretos que puedan alterar significativamente el valor de los activos o pasivos en el ejercicio siguiente, por lo que entiende que no hay necesidad de realizar estimaciones de incertidumbre”.

A principios de 2020, Pestana CR7 anunció que la apertura de su establecimiento en Madrid se produciría en verano de ese año, algo de lo que el propio futbolista se hizo eco en sus redes sociales. El proyecto, del que se empezó a hablar en 2015 cuando Ronaldo aún residía en la capital española, aunque no cobró cuerpo hasta 2018, se aplazó sin embargo por la pandemia. No ha trascendido la nueva fecha en que la empresa espera abrir el hotel, al que se accederá por un chaflán de Gran Vía 29 y que ocupará desde la tercera planta del edificio hasta el ático, ni en la web de Pestana CR7 se comercializan todavía sus más de 160 habitaciones.

Las cuentas de 2019, depositadas recientemente ante el registro mercantil, no dan ninguna pista al respecto. Sí señalan que la estructura de la compañía, repartida al 50% entre Pestana —que precisamente en 2019 abrió su primer hotel en Madrid: un cinco estrellas en la Plaza Mayor— y la sociedad unipersonal de Cristiano Ronaldo data del 26 de julio de 2019. Posteriormente ese mismo año, el 11 de diciembre, ambos socios acordaron realizar una ampliación de capital por 496.400 euros, aportados a partes iguales, con lo que la compañía cerró el año con un capital social de medio millón de euros.

En total, por tanto, durante el ejercicio los socios realizaron aportaciones de 5,5 millones, que tuvieron por objeto “sufragar el coste de las obras” y que el propietario y arrendador del edificio obtuvo como anticipos. En el apartado tributario, la empresa registra unas pérdidas de 112.844 euros antes de impuestos, lo que le permite anotarse un crédito fiscal de 56.422 euros (un ajuste contable que le permitirá pagar menos impuestos en el futuro) y terminar el ejercicio con un resultado definitivo de 56.422 euros negativos.


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