El increíble Herro sitúa a Miami a un paso de las Finales NBA

Hay pocas palabras para definir lo que está haciendo Tyler Herro
en estos playoffs, y menos en estas Finales de Conferencia Este que los Miami Heat lideran por 3-1 sobre los Boston Celtics gracias al heroico encuentro de su electrizante veinteañero, autor de 37 puntos en la victoria de los de Florida por 112-109 en el cuarto encuentro de la eliminatoria.

Se trata de la segunda máxima anotación en unos playoffs para un jugador de su edad, 20 años de nada que luce encima de la cancha como si fuera el líder veterano de un equipo plagado de jugadores experimentados. “¡Te quiero Tyler!”, le gritó en tono jocoso Goran Dragic, base esloveno y uno de los engranajes clave de los Heat de Erik Spoelstra, después de que el joven jugador completara su primera entrevista con Rachel Nichols.

“Me siento bien por ello, todavía queda mucho trabajo por delante”, contestó el jugador cuando la periodista de la ESPN le comentó que tan solo un jugador, Magic Johnson, había sumado más puntos que él a su edad. Para él, todo esto no es noticia. “Ese soy yo, soy así”, contestó cuando le recordaron que en la universidad de Kentucky andaba por los pasillos gritando “¡soy una canasta!”.

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Pues sí, Herro fue una canasta andante en un partido igualado que se resolvió gracias a su desparpajo y contoneo, que sus compañeros hace meses que destacan. El chaval terminó con 37 tantos desde todos los ángulos imaginables, enchufando de tres incluso desde los 9 metros y penetrando también hasta la cocina, elevándose como si fuera un peso pluma que ni suda, todo elegancia y estoicismo. Su serie de tiro fue demencial: 14-21 en tiros de campo, 5-10 en triples y 4-4 desde la línea de personal. Acompañó con 6 rebotes y 3 asistencias su exhibición.

Con 20 años, el futuro es muy brillante para esta perla de Pat Riley pescó en el número 13 del pasado Draft. Jimmy Butler certificó con tres aciertos desde la línea de tiros libres un triunfo que los Heat tuvieron que sudar mucho. Sin la actuación heroica de Herro, difícil lo hubieran tenido ante unos Celtics que no se dieron por vencidos a pesar de llegar a ir 12 abajo en el marcador.

Miami planteó un encuentro de tú a tú a Boston, y esta vez no tuvo que remontar como en el resto de encuentros de la eliminatoria. El trío de ases de los floridenses en el quinteto titular: Dragic (22), Butler (24) y Adebayo (20) arrancaron muy enchufados y evitaron pecar de confianza en su capacidad de remontada. Al descanso, el 50-44 sonreía a Miami en el marcador.

También sonrió a los Heat la nefasta primera mitad de Jayson Tatum, que no anotó ni un solo punto y terminó con 0-6 en tiros de campo. La buena noticia para los Celtics es que su principal estrella y referente en ataque despertó en la segunda mitad y terminó el encuentro con 28 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias. En el primer tiempo Kemba Walker, que acabó con 20, y en el segundo Jaylen Brown, que finalizó con 21, fueron los principales valedores y complementos del astro en el esfuerzo de los de Massachusetts.

Papá Hayward terminó con 14 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias en el encuentro, aunque una pérdida compartida con Marcus Smart (10 puntos y 11 asistencias) representó el inicio del declive de los Celtics en el encuentro. No será él quién grite hoy a sus compañeros tras su serie de 3-12 en tiros de campo y 1-8 en triples.

Las pérdidas, 8 para Miami y 19 para Boston, lastraron a los pupilos de Brad Stevens, que dominaron casi todos los apartados estadísticos del partido.

Eso sí, los Celtics no dejaron de creer. Dos triples tardíos de Tatum y Brown transformaron el 107-98 que puso, como no, Herro a falta de 58 segundos en un 107-104 a falta de 16 segundos. Tras una pérdida tonta de las suyas, Butler lo pudo arreglar luego en la línea de personal para alivio de los aficionados de Miami.

Spoelstra dio más minutos a Andre Iguodala para frenar un poco la sangría defensiva en la pintura que se vio en el tercer encuentro, y del +24 de los Celtics en este apartado se pasó al +0 en el cuarto encuentro. En los minutos finales, Adebayo jugó con claros gestos de dolor en el brazo y la muñeca tras un encontronazo con Tatum, pero el pívot no quiso abandonar la pista en un gesto que construye equipos de campeonato.

De nuevo, la sensación es que Boston hizo un choque más completo, pero Miami volvió a demostrar que su especialidad es la de ganar contra viento y marea. Con el torbellino de Herro a la cabeza, que hizo olvidar el 0-5 en tiros del otro francotirador del equipo Duncan Robinson, los Heat están a un solo paso de acceder a unas Finales NBA en las que nadie les esperaba.


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