Si la vuelta a la rutina tras las vacaciones de verano ha sido dura, ¿por qué no aprovechas un fin de semana para hacer una escapada otoñal? En España hay municipios maravillosos que puedes visitar con tu familia o amigos, los cuales puedes visitar en uno o dos días. Pues bien, hoy queremos hablarte de un pueblo situado en la provincia de Zaragoza por el que puedes pasear por una cortina de agua. ¡Te encantará disfrutar del contacto con la naturaleza!
Se trata de Anento, una pequeña localidad de apenas 91 habitantes. Se encuentra en la comarca del Campo Romanos, y está a solo una hora en coche de Zaragoza capital. Para muchos, es uno de los pueblos más bonitos de la provincia, y en cuanto lo conozcas entenderás por qué.
¿Qué ver en Anento?
En el siglo XX Anento estuvo a desaparecer, ya que llegó a haber tan solo una persona en el pueblo. En la actualidad, viven algo menos de 100 personas y todos los vecinos han hecho un gran esfuerzo para rehabilitarlo.
La Iglesia de San Blas es el principal templo religioso de la localidad zaragozana. Su origen se remonta al siglo XIII, y en el interior alberga varias pinturas murales del siglo XIV de gran valor histórico. Se puede visitar, y hay que adquirir las entradas en la Oficina de Turismo.
El Castillo de Anento está situado en la parte más alta del pueblo. Fue construido en el siglo XV, y en la antigüedad el recinto tenía tres torreones. A día de hoy, solo se conserva el frente oriental, con la puerta de entrada al recinto, dos torres gemelas y el foso.
El Torreón Celtíbero es una de las visitas más interesantes en el municipio. También conocido como Torreón de San Cristóbal, su origen se remonta al año 200 a.C. Desde aquí hay unas vistas fantásticas del valle y Anento.
‘Aguallueve’
El principal atractivo natural de Anento es la ruta de senderismo ‘Aguallueve’. Se trata de una ruta circular muy sencilla, de apenas 2,5 kilómetros, que comienza en la Oficina de Turismo. El aguallueve es una formación caliza donde, con el paso del tiempo, una serie de manantiales han formado un relieve kárstico espectacular.
El agua que gotea de manera constante ha formado paredes de piedra y musgo, así como pequeñas grutas escondidas. Por esta ruta puedes pasear por una cortina de agua y maravillarte del pequeño microclima que ha creado la humedad.
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