El independentismo puede superar por primera vez el 50% de los votos por la entrada en escena del PDeCAT

Pere Aragonès, vicepresidente del Govern, esta semana, en el Parlament.
Pere Aragonès, vicepresidente del Govern, esta semana, en el Parlament.MASSIMILIANO MINOCRI / EL PAÍS

El Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat ha difundido este mediodía un barómetro de opinión, que pronostica que el independentismo revalidará la mayoría absoluta en las próximas elecciones catalanas del 14 de febrero con una horquilla que oscila entre los 75 y los 70 escaños (la mayoría absoluta está fijada en 68 diputados). El sondeo arroja que Esquerra Republicana ganaría los comicios con entre 36 y 37 escaños ―ahora suma 32― mientras Junts per Catalunya registraría un ligero retroceso y podría pasar de los 34 diputados que suma ahora a entre 30 y 28. La CUP se recuperaría y pasaría de cuatro a entre seis y ocho diputados.

El sondeo, realizado sobre un universo de 2.000 personas entre el 13 de octubre y el 7 de noviembre, pronostica por primera vez que el independentismo podría superar el 50% de los votos, uno de los objetivos que se ha fijado históricamente. La muestra vaticina que ERC sumará el 24,4% de los sufragios; Junts, el 18,7%, la CUP, el 5,3% y el PDeCAT, aunque no tiene garantizada su representación parlamentaria, el 2,4%. En total, suma el 50,8%. En las elecciones del 21 de diciembre de 2017, convocadas por Mariano Rajoy, con el artículo 155 en vigor, el independentismo logró el 47,5% de los votos. El último sondeo del CEO, de octubre pasado, proyectó un apoyo del 48,7%.

La cómoda victoria de los republicanos les garantizaría, en la horquilla alta, formar un tripartito de izquierdas con el PSC y Catalunya en Comú-Podem. Las tres fuerzas suman conjuntamente entre 69 y 65 escaños. La dirección de ERC y de los socialistas aseguran desde hace meses que no pueden reeditar un tripartito como el que formaron en 2003. Los socialistas registran una notable mejoría al pasar de sus 17 escaños actuales a los 22 o 23 mientras los comunes, que tienen ocho diputados, permanece en la misma franja con entre 7 y 9 escaños.

La encuesta mantiene la misma tendencia de las últimas realizadas y prevé el desplome de Ciudadanos, que ganó las elecciones el 21-D con 36 diputados y que podría quedarse con menos de la mitad al sumar ahora entre 13 y 14 escaños. Por contra, el PP lograría salir del túnel y pasar de los cuatro diputados a doblar su representación entre ocho y nueve escaños. Vox irrumpiría con firmeza en el Parlament al obtener entre 7 y 8 escaños. Quien se arriesga a quedar fuera de la Cámara, según la muestra, es el PDeCAT tras su ruptura con Junts per Catalunya. A lo sumo se le adjudica un escaño.

El “no” a la independencia se impondría al “sí” por 49% de votos frente a un 43,6%. El 77,6% de los encuestados apoya un referéndum

El sondeo arroja que el 49% de los encuestados son contrarios a la independencia frente al 43,6% que están a favor. El “no”, por tanto, se impone con un margen del 5,4% de apoyos. En el barómetro de julio, la diferencia a favor del “no” a la independencia era de 8,5 puntos porcentuales (50,5% frente a 42%) y en el sondeo de octubre de 0,8 (46,3% frente al 45,5%). El 77,6% de los encuestados está de acuerdo o bastante de acuerdo con “decidir su futuro como país votando en un referéndum”.

Las preferencias sobre la organización política están repartidas: un 34,9% desearían un Estado independiente; un 28%, que se mantenga la comunidad autónoma y un 22,6% un Estado dentro de un hipotético Estado federal español. La crisis generada por la covid-19 es, de largo, el problema que preocupa más a los catalanes ―55,8%― muy por encima de la insatisfacción con la política ―el 33%―. Los encuestados suspenden la tarea del Govern en los últimos meses con una nota media de 3,87, de la misma forma que la del Gobierno central, valorada en un 3,34.

El sondeo contempla que el 49% de los encuestados son contrarios a la independencia frente al 43,6% que están a favor. El “no”, por tanto, se impone con un margen del 5,4% de apoyos. En el barómetro de julio, la diferencia a favor del “no” a la independencia era de 8,5 puntos porcentuales (50,5% frente a 42%) y en el sondeo de octubre de 0,8 (46,3% frente al 45,5%). El 77,6% de los encuestados está de acuerdo o bastante de acuerdo con “decidir su futuro como país votando en un referéndum”. Las preferencias sobre la organización política están repartidas: un 34,9% desearían un Estado independiente; un 28%, que se mantenga la comunidad autónoma y un 22,6% un Estado dentro de un hipotético Estado federal. La crisis generada por la covid-19 es, de largo, el problema que preocupa más a los catalanes: un 55,8% así lo consideran frente al 33% que apelan a insatisfacción con la política. Los encuestados suspenden la acción política tanto del Govern (nota media de 3,87) como del Gobierno (3,34)</CW>.


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