Cuando hay sufrimiento de por medio, una victoria gana en cuanto a sabor. Y es por ello que la conquistada este sábado por el Inter de Milán a buen seguro que resulta deliciosa para el cuadro ‘neroazzurro’, que tuvo que remontar hasta dos veces para acabar imponiéndose por 4-3 a una combativa Fiorentina. Lautaro Martínez no faltó a su cita con gol, firmando uno de los cuatro de su equipo, y Arturo Vidal debutó con los de Antonio Conte, entrando al campo con 2-3 y viviendo en el mismo los dos tantos que hicieron que los tres puntos se quedasen en San Siro.
Liderada con maestría por un Ribery que a sus 37 años continúa dando guerra, la Fiorentina inauguró el marcador por mediación de Kouamé en el 3’ anunciando que no lo pondría nada fácil al que muchos señalan como la principal alternativa a la hegemonía de la Juventus en esta Serie A. Justo antes del descanso empató Lautaro para el Inter con un buen disparo desde la frontal, y en la reanudación un tanto de Ceccherini en propia puerta puso a los de Conte 2-1 en ventaja. Pero dos genialidades de Ribery acabaron en goles de Castrovili (57’) y Chiesa (63’) para desesperación interista. Entraron entonces Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Achraf Hakimi, que habían sido suplentes, y el Inter de Milán tuvo la gallardía necesaria para remontar. En el 87’ una llegada de Achraf hasta línea de fondo acabó convertida en asistencia para que Lukaku empatase, y dos minutos más tarde, a centro de Alexis, D’Ambrosio hizo de cabeza el 4-3 que desató la locura entre los integrantes del cuadro interistas. Costó, pero ganaron los de Conte.
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