El juicio por el posible amaño del encuentro entre el Levante y el Zaragoza ha entrado en bucle y así se espera que siga al menos hasta ver si alguno de los testigos hace saltar por los aires el guión con alguna revelación.
En la cuarta jornada, la tercera de declaraciones, los exjugadores del Zaragoza y del Levante que fueron interrogados siguieron la estela de sus predecesores. En cuanto a los primeros negaron taxativamente haber negociado con el club una segunda prima extra por la permanencia pocos días antes del encuentro e igualmente haberla cobrado en metálico, como asegura un recibí firmado por Gabi Fernández. Eso sí, el excapitán ya dijo que le engañaron para que lo hiciera.
“Nunca cobramos nada en efectivo, las primas eran las normales y se iban ingresando por transferencia, como está en los extractos bancarios. No tuve conocimiento de ese papel firmado por Gabi hasta el proceso de instrucción y jamás me comunicaron que se había firmado. Nunca tuvimos una reunión ni se había acordado una prima especial para el último partido”, destacó Leo Franco.
El argentino, el nigeriano Ikechukwu Uche, y el español Ángel Lafita fueron los tres exmiembros de aquella plantilla que declararon.
Por el Levante lo hicieron Miguel Pallardó, Rubén Suárez, Manolo Reina, Wellington da Silva y Javi Venta, que fueron preguntados por sus pocos movimientos de dinero electrónico ese verano y por el desarrollo del partido.
Da Silva mandó un balón al palo en el tramo final y aseguró que disparó “para meter gol, no iba a tirar para afuera”. En su caso, no es que ese verano gastara poco sino que lo hizo de cuentas brasileñas.
Pallardó lo achaca a su boda
Reina, que sólo contestó a su abogado, negó que descendiera su nivel de gasto, Venta que no tiene “un patrón” fijo y Pallardó lo achacó a su boda.
“En junio me casé y me dieron las estrenas de la boda en efectivo, en julio empezamos la pretemporada y estamos en los hoteles y no gastamos prácticamente nada. Y mi mujer se fue a su pueblo a casa de sus padres. En agosto tiro ya de tarjeta y la factura creo que son 1.800 euros”, explicó.
Los veinte mil euros que pagó por la boda, aclaró a preguntas del fiscal, los pagó también con el dinero que le dieron los invitados y ayudado por su suegro y su padre.
Por su parte, Venta negó que tras volver al Villarreal, hablara con el consejero Fernando Roig Negueroles del supuesto amaño. El directivo es uno de los testigos citados y, como el resto, podría adelantar su comparecencia dado el ritmo del proceso, que el lunes interrogará a los últimos invitados.
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