El largo camino


Quince años no son nada en un recorrido tan largo como el vital. La Real, sin ir más lejos, celebrará en septiembre sus 110 años de vida, mientras que su sección femenina soplará 15 velas en agosto, coincidiendo con el inicio de la primera pretemporada de su equipo. Si comparamos, en cualquier caso, aquellos primeros pasos del equipo de mujeres con la realidad que vive en la actualidad, resulta del todo punto incuestionable que se han dado enormes pasos adelante que pioneras como
Larraitz
Lucas
,
Leire


Landa
o
Gurutze
del
Ama
seguro que reciben de muy buen agrado.

El camino que ha recorrido el fútbol femenino en estos 15 años es enorme, como demuestra el hecho de que hace 32 años una final de Copa se llegara a jugar en Astigarraga, algo impensable a día de hoy. Pero, siendo mucho lo que se ha hecho, es un mundo en el que aún están casi todo por hacer, tiene muchas estructuras que consolidar.

El primer gran paso que tiene que dar es el de la credibilidad, el del respeto hacia sí mismo. Dando por bueno que toda visibilidad pública hacia el fútbol femenino es beneficiosa, las mujeres no tienen que conformarse con llenar estadios gratis o con que les regalen espacios en los medios, en muchos casos, por puro postureo. Y ése es el terreno más difícil de conquistar, el largo camino hacia ser un deporte que atraiga por sí mismo y, ante todo, que pueda tener capacidad para generar recursos por sí mismo.

En ese camino, ganar siempre supone el mejor vehículo para avanzar. Un título está noche en Granada sería la mejor herramienta para continuar fidelizando a la gente con ese fútbol femenino que, en el caso de la Real, ocurra lo que ocurra ante el Atlético, esta temporada ya ha dado infinidad de pasos adelante más que en una campaña normal.

La final de Nahikari

En el camino de crecer como deporte/negocio hacia una hipotética profesionalización, son varios los frentes que debe trabajar el fútbol femenino. El que afecta a la base, en especial en Gipuzkoa, está perfectamente cubierto. Son miles las niñas que juegan a fútbol por pasión, la Real ya cuenta con su segundo equipo y es cuestión de poco tiempo el poder ir generando la cadena vital natural que nutra al primer equipo de futbolistas guipuzcoanas en un territorio que, no conviene olvidarlo, fue el gran pionero de este deporte a finales de los 80 y los 90 con dos equipos históricos como el Oiartzun y el Añorga, que llegaron a ser campeones.

Para estas niñas que hoy sueñan con jugar en la Real es vital que existan referentes femeninos en el primer equipo. Nerea
Eizagirre tiene todos los boletos para serlo en el futuro pero si alguien porta hoy la bandera de la Real es Nahikari
Garcia (Urnieta, 1997). La gran estrella del equipo termina contrato y, además, le pretende el Atlético de Madrid, rival hoy en la final. Ganar hoy la Copa en Granada sería una alegría desbordante para la Real pero casi comparable a un título sería que Nahikari elija continuar al menos un año más en el conjunto txuri urdin. No será sencillo.

Cuatro técnicos no ingleses

El mayor poder económico de la Premier ha terminado por ejercer su hegemonía en Europa y los cuatro finalistas de la Champions y de la Europa League serán ingleses. Las carencias, eso sí, siguen en los banquillos ya que ninguno de los cuatro técnicos es autóctono: Jurgen
Klopp (Alemania), Mauricio
Pochettino (Argentina), Unai
Emery (Euskal Herria) y Mauricio
Sarri (Italia).

Nunca es fácil ganar al Madrid

Y en medio de toda la vorágine copera femenina llega el Madrid a Anoeta. Parece que está en derribo el equipo de Zidane pero para nunca es fácil ganar al Madrid. La Real lo hizo tres veces seguidas de 2001 a 2004 pero, desde entonces, sólo ha logrado una victoria en 11 partidos, con Jagoba
Arrasate como entrenador en 2013, tres días después de caer en Krasnodar.


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