Para muchos futbolistas retirarse es un asomo al abismo. Para otros, una oportunidad. Es el caso de Antonio Núñez (Madrid, 15 de enero de 1979), que desde que colgó las botas colabora con un proyecto en Guinea Bissau en el que, junto a dos socios, intentan darle un futuro mejor a niños y niñas: “Pude trabajar en clubes o en alguna agencia de representación, pero no era lo que buscaba. Esto me permite cambiar la vida de mucha gente y me veo a largo plazo”, asegura.
Es un agradecido a la vida. Debutó con el Real Madrid, el equipo de su vida, y un año después, en 2005, ganó la Champions con el Liverpool. Un sueño hecho realidad. Ahora, con la perspectiva del tiempo y a las puertas de la final entre dos equipos a quienes tiene tanto cariño, espera la noche del 28 de mayo con tranquilidad. Pase lo que pase, se irá contento a la cama. Antonio Núñez habla largo y tendido en Mundo Deportivo.
¿Qué hay después de la vida como futbolista?
Una transición obligada que tarde o temprano nos llega a todos, y en muchos casos no es fácil después de tantos años con la misma rutina. De repente te cambia la vida, pero también te permite recuperar muchas cosas. Cuando eres futbolista estás condicionado por los horarios, por los resultados o por no tener fines de semana. Ahora soy más libre.
Usted se preparó para afrontar esa etapa posterior.
Estudié derecho. Llegué a ser profesional más tarde de lo habitual, y quise tener un plan B. En el Castilla debuté con 22 años y en el Real Madrid con 24. De todos modos no he ejercido como abogado. Quizá me sirva a futuro, pero no por ahora.
Es que el dinero no es infinito.
Incluso hasta para quienes han firmado contratos multimillonarios. En el fútbol, en la NBA y en otras disciplinas. He escuchado casos de profesionales que se han arruinado y cuesta entenderlo, pero si ellos pueden quedarse sin nada, imagina quienes hemos sido más normales. Los ahorros se van y no se pueden hacer barbaridades. Hay que tener cabeza porque la vida es muy larga.
¿La fama fue más acentuada e intensa en Madrid o en Liverpool?
Sin duda en Madrid. Aquello era parecido a Hollywood. En cualquier parte generábamos una expectación enorme entre la gente. Era un espectáculo. En Liverpool, en cambio, tuve más sensación de estar en un club.
¿Fue complicado gestionar aquella situación?
No era el foco de la noticia. Cuando llegábamos a los aeropuertos intentaba alejarme de Ronaldo o de Beckham. La primera vez que me llevé un golpe de un cámara aprendí que tenía que apartarme de ellos. Yo estaba a la sombra de esos monstruos.
¿Quién le hizo del Real?
En mi casa siempre han sido del Madrid. Un amigo de mi padre me llevaba a los partidos y fue el primero en invitarme al Santiago Bernabéu. Supongo que fue un proceso natural.
De los campos de tierra al Madrid de los Galácticos, y después a Anfield.
Al principio me costó, fue un cambio brusco. En cinco años pasé de la Tercera madrileña, en las Rozas, a ganar la Champions con el Liverpool. Era absolutamente impensable.
¿Aquella Champions de 2005 le une para siempre a Liverpool?
Es raro el futbolista que pasa por ese club y no se convierte en un aficionado más de por vida. Liverpool se queda dentro de ti aunque no hayas jugado mucho tiempo, como fue mi caso. Participé en cinco partidos de aquella Champions y, a pesar de no tener minutos en la final, no empaña el hecho de sentirme igual de campeón.
¿Y la de este año, qué?
Puede pasar de todo. Creo que el Liverpool es el equipo más en forma del mundo, más intenso. Y el Madrid es el Madrid, por más que esté perdiendo 3-0. Hacer un pronóstico con el Real es imposible. Será un partido bonito de ver. Soy del Madrid antes que de otro equipo, pero gane quien gane voy a estar contento.
El Madrid no acostumbra a perder finales.
El Liverpool es mejor, pero el Madrid es favorito. Cuando se ve con el agua al cuello, sobrevive. Pocas finales se le escapan, pero encontrará enfrente a un equipo experimentado.
¿Cuando un milagro se repite muchas veces deja de ser milagro?
Efectivamente. La suerte influye, pero esto del Real Madrid no es normal. Ha estado cerca de la eliminación en tres ocasiones y ha salido de todas ellas. Pesa mucho su escudo en la Champions.
A quién le afecta más no jugar en su estadio, ¿al Liverpool o al Real Madrid?
Anfield es especial. El Liverpool gana mucho en su estadio por lo que se vive ahí dentro. Es capaz de todo. Es verdad que el Santiago Bernabéu ha sido importante para el Real Madrid, aunque creo que se siente más cómodo en una final en campo neutral.
Ancelotti es el perfil de entrenador que le conviene al club?
Sin duda. Los entrenadores que han funcionado en el Real Madrid son los que han gestionado bien el vestuario. Por bueno que seas, si no tienes el apoyo de los jugadores es complicado trabajar. Ancelotti, además de ser un experto, es muy inteligente.
No se puede explicar la temporada del Real Madrid sin Benzema.
Karim ha estado impresionante. Es medio equipo. Creo que se merece el Balón de Oro por lo que ha hecho en liga y en Champions, donde ha sido determinante contra el PSG, el Chelsea y el Manchester City.
¿Qué le parece el repertorio de Modric?
Admirable. No abundan los futbolistas con los que te quedas sentado en el sofá. Modric, como en su momento Zidane, es uno de esos. Tiene entrega, es sacrificado, es generoso con sus compañeros, y mientras muchos empiezan a decaer a los 36 años, él ha elevado el nivel.
El rendimiento de Thiago en el Liverpool tampoco está mal.
Al llegar dio la impresión que iba a ser un problema porque no encajaba con la idiosincrasia del Liverpool. Comentaban que ralentizaba ese juego vertical, pero el tiempo ha demostrado lo contrario. Se ha adaptado y ha dado al equipo más riqueza táctica. Es clave.
Klopp ha armado a un equipo casi indestructible. ¿Con qué se queda?
De medio campo para arriba son casi imparables. A los ya habituales han añadido a Luis Díaz, que tiene la capacidad de cambiar dinámicas. Es un jugador temible.
¿Cómo se le hace más daño?
A la espalda de Alexander-Arnold. Lo vimos contra el City en el Etihad. A veces flojea en ese tipo de situaciones y el rival llega demasiado fácil. En pocos minutos el equipo de Guardiola le pasó por encima.
Una hipotética derrota en la final puede empañar la temporada del Real Madrid?
Creo que es un éxito pase lo que pase. Nadie se imaginaba que iban a llegar a este punto. Un fracaso no puede ser porque ganar la liga y llegar a la final de la Champions no ocurre cada temporada.