Entre muchas de sus habilidades, este Real
Madrid de Zidane tiene la capacidad de ofrecer varias caras en menos de una semana. Si bien una jornada empata a cero ante el Betis y evidencia una clara falta de gol, en la siguiente cita firma media docena ante el Galatasaray (6-0) y culmina con un 0-4 en Eibar que deja un registro de diez goles en tan solo dos encuentros. Adiós, sequía. Hola, racha goleadora. Y los jugadores son los mismos. Y el entrenador también.
Entonces solo cabe preguntarse: ¿qué es lo que ocurre para que se de esta circunstancia con tanta asiduidad en el conjunto blanco?. La explicación quizás se encuentre en el acierto de cara a portería y en afirmar que, de momento, los merengues tienen al gol de su lado.
Y es que, ante el Betis, los blancos firmaron ni más ni menos que 22 tiros (siete a puerta) y ninguno de ellos hizo temblar el marcador. Ya ante el Galatasaray las cifras fueron similares (20 tiros, 11 a puerta) y el resultado fue muy diferente. De igual manera ocurrió en Ipurúa que sufrió cuatro dianas del Real
Madrid a cambio de diez tiros y cinco a puerta.
Al final, como siempre en el fútbol, la buena o mala dinámica de un equipo depende de que la pelota quiera entrar o no. Y ahora, en el Madrid, entra. Cuando no lo haga, se vivirá en crisis permanente, pero mientras, los de Zidane pueden decir que están con el gol de su lado.
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