El Madrid se acostumbra a ganar ‘finales’

Con su victoria ante la Atalanta (3-1), el Real
Madrid volvió a cumplir con lo pactado antes del, hasta entonces, partido más trascendental de la temporada. Los blancos debían ganar para seguir adelante en la Champions y lo hicieron con solvencia. Una vez más.

Y es que esta temporada tan atípica, se está dando la circunstancia de que el Real Madrid, eliminado de la Copa, tercero en Liga y vivo en Champions, tropieza a menudo pero, cuando el partido, el rival, y el contexto le exigen al máximo, siempre gana.

Lo hizo en el primer gran duelo de la temporada: el Clásico. En Barcelona, el Real
Madrid ganó 1-3 dando un golpe sobre la mesa después de los tropiezos ante Cádiz (0-1) y Shakhtar (2-3). Más tarde, también respondió en Champions ante el Inter cuando sumaba un punto en sus dos primeros partidos de UCL y ganó a los italianos.

Semana perfecta

Avanzando en el calendario, el Madrid de nuevo se volvió a encontrar con problemas tras perder ante el Alavés (1-2) y Shahktar (2-0) y de nuevo los solventó con una semana perfecta ganando al Sevilla en el Pizjuán (1-0), al Gladbach en casa (2-0) y al Atlético de Madrid, invicto hasta el momento (2-0).

Borrones en su expediente

Donde sí tropezó estrepitosamente fue en los torneos de la Copa y la Supercopa donde cayó primero ante el Athletic en semifinales y más tarde ante el Alcoyano en dieciseisavos del torneo del K.O. En esas finales no respondió.

Y por último, en las más recientes, consiguió salvar un punto ante el Atlético (1-1) y la ya mencionada victoria en Champions que le permite seguir avanzando. Está claro que al Real Madrid le gusta jugar finales.