Las prisas por volver a ser grande y la tensión con Cristiano seguirán atormentado al Manchester United, pero, ganando, todo se ve diferente. Crecen la calma y el optimismo en Old Trafford después de que, tras lo del Liverpool, el equipo de Ten Hag se diera otra alegría en Southampton (0-1) con un maravilloso gol de Bruno Fernandes en una segunda parte en la que entró CR7 y debutó Casemiro. El único atisbo de brillantez en un raquítico United, el tanto, -cautivadora elaboración y admirable definición-, pero, en tiempos de crisis, sólo importan el efecto de los triunfos y no tanto su proceso. Sufrieron los de Ten Hag ante el insistente Southampton, pero en la agonía se disfruta más. Y trenzar dos victorias consecutivas por primera vez desde febrero, es, también, un valor añadido.
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0 – Southampton: Gavin Bazunu; Jyle Walker-Peters, Armel Bella Kotchap, Mohammed Salisu, Moussa Djenepo (Romain Perraud, m.89); James Ward-Prowse, Romeo Lavia; Joe Aribo (Lyanco, m.89), Mohamed Elyounoussi (Stuart Armstrong, m.63), Adam Armstrong (Mara, m.78 y Che Adams.
1 – Manchester United: David De Gea; Diogo Dalot, Raphael Varane, Lisandro Martínez, Tyrell Malacia; Scott McTominay, Christian Eriksen (Fred, m.92); Jado Sancho (Crisitano Ronaldo, m.67), Bruno Fernandes, Anthony Elanga (Casemiro, m.80); y Marcus Rashford.
Goles: 0-1, m.55: Bruno Fernandes.
Árbitro: Andrew Madley. Mostró tarjeta amarilla a Diogo Dalot, Scott McTominay y Fred, de Manchester United.
Incidencias: encuentro de la cuarta jornada de la Premier disputado en St. Mary’s Stadium de Southampton.
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Con la baja de Martial y sin Cristiano, Casemiro ni Maguire de inicio -el central no jugó-, El Manchester United añoró todo el plan que tuvo el Southampton, no sólo enfocado en ofuscar a los de Ten Hag sino también a brillar con luz propia. La idea para amordazar el audaz y veloz juego de los ‘red devils’ por parte de los ‘Saints’ era, a la vez, su plan ofensivo. Los constantes balones largos buscando a Adams o la peinada del delantero para la entrada al espacio de alguno de los dos correosos extremos -Armstrong o Aribo-, privaron al United de un ritmo de partido pausado y estable. Si la ofensiva no hallaba receptor, presión sobre el jugador del Manchester que recuperara el balón para forzarle a quitarse el balón de encima. Una y otra vez. Un bucle en el que los de Ten Hag se convirtieron en un equipo largo y el Southampton encontraba espacios y precisión para inquietar en transición.
Pero ni tranquilo el juego, el United estaba en paz. En el ataque posicional, los de Ten Hag intentaban construir desde atrás pero no creaban, agobiados Varane y Lisandro Martínez por la presión de Adams y Elyounoussi, que les invitaban a jugar largo y lo conseguían. Mucha pobreza posicional en el United salvo cuando Eriksen se escoraba a banda izquierda, única situación en la que los ‘red devils’ podían conectar con el danés, con una encomiable pero estéril libertad de movimientos en la primera mitad por su parte. Sin que ninguno de los dos centrales se atreviera a conducir para dividir y encontrar pase dentro, el Manchester terminaba abocado a justo lo que quería el Southampton: salir por banda, donde Elanga y Sancho, sin movimientos por delante y en inferioridad numérica, sufrían en soledad.
Rashford intentaba bajar a recibir a tres cuartos sin éxito -impecables Bella-Kotchap y Salisu en los duelos individuales-, pero aún así, en el único resquicio que encontró el United, los ‘red devils’ disfrutaron de una cuádruple ocasión sin saborear el tanto. El Southampton, a veces demasiado basculado, sufría para cubrir el campo cuando el Manchester cambiaba el juego de izquierda a derecha y de un centro de Elanga nació ese cuádruple remate, con un tiro a bocajarro de Eriksen como situación más clara, salvada por Bazunu.
Concentradas todas las oportunidades del United en un único momento, el Southampton activó el contador de ocasiones para casi igualar a los de Ten Hag en situaciones de gol antes del descanso. Bella-Kotchap falló en el área pequeña con todo a favor a la salida de un córner, Elyounoussi desperdició una transición con un remate centrado y débil y De Gea sacó una mano milagrosa a chut escorado de Adams, habilitado por un maravilloso pase al espacio de Elyounoussi.
Ten Hag tomó medidas en el juego y tuvieron un efecto inmediato. Su equipo se desprendió la piel de conjunto previsible e inerte con el esférico y pasó de la desesperante lentitud a un vértigo alborotador con un gol que levantó una mezcla de adrenalina y admiración. Cosida la jugada con pases a uno o dos toques, partiendo desde campo propio, el United deslumbró con una acción de fútbol total que terminó con centro de Elanga y aparición imponente y fugaz desde fuera del área de Bruno Fernandes, que culminó tal derroche de calidad con un preciso disparo de primeras colocado al palo en el minuto 54.
Velocidad de esférico al margen, el gran entresijo táctico que aceleró la jugada -y que el United había echado de menos en la primera parte-, había sido el movimiento de Rashford cayendo a banda para dar continuidad a la acción.
Caño de bienvenida a Casemiro
El Southampton, que reclamó una mano dentro del área de McTominay, se abocó con su juego directo sobre el área de un United con Cristiano Ronaldo al decidir Ten Hag introducir al portugués por Jadon Sancho a falta de 20 minutos. Los ‘Saints’ se acercaron el empate con un cabezazo de Aribo detenido por De Gea pero el Manchester se aplicó con oficio y demostró saber sufrir en este contexto. Tanto por la necesidad como por el juego directo que sobre todo iba a proponer el Southampton al final con balones sueltos cerca del área, el partido demandaba a Casemiro.
Así lo creyó Ten Hag, que blindó el área en un cambio con clara tendencia defensiva al introducir al brasileño por un jugador de banda, Elanga. Aunque el saludo de la Premier fue un caño de Salisu en una impresionante jugada del central -cuyo remate desfiló por encima del larguero-, el ex del Real Madrid aportó consistencia al Manchester, lo que no eximió a los ‘red devils’ de sufrir. En el descuento, Mara pudo traer el delirio con un gol de chilena sacado bajo palos por Dalot pero el triunfo viajó a Manchester. Más alivio para el United como el primer cimiento sobre el que edificar el que se espera que sea un futuro esperanzador.