Las conversaciones que mantuvieron las altas distancias no se detuvieron en si Modibo
Sagnan puede ser cedido de nuevo o no. Nada más finalizar la reciente temporada 19/20, el Mirandés solicitó expresamente a la Real el préstamo de Roberto
López. La primera respuesta de Roberto
Olabe oscila entre la paciencia que conviene tener con el canterano y el posible incremento de su cuota de protagonismo ante la marcha de Martin
Odegaard.
López (Zaragoza, 20 años) estrena estos días su flamente status de futbolista del primer equipo en la Real. En los despachos de Zubieta reside una fuerte convicción en que el maño recauda un potencial considerable en su pierna izquierda. Imanol
Alguacil le quiere ver en acción durante esta pretemporada. Un compás de espera que quizá vaya en contra de la mayor premura que impera en el Mirandés por confeccionar un plantel renovado. El equipo burgalés, en cambio, está abocado a aguardar a una decisión de la Real sobre López para saber si pudiera aspirar a una cesión de cara a la temporada que viene. No será, en todo caso, a efectos inmediatos.
Zubimendi no se mueve
Roberto
López no es el único joven producto realista que siguen desde el Mirandés. Martín
Zubimendi fue otro nombre que la cúpula jabata puso encima de la mesa. La Real declaró al donostiarra inamovible. El centrocampista ingresa en la dinámica del primer equipo aunque seguirá teniendo ficha del Sanse.
La Real ha encontrado en el Mirandés un pseudónimo de filial, alternativo al de casa, donde las perlas se puedan foguear en una categoría profesional y de máxima exigencia como la Segunda División. El central navarro del Sanse, Jon
Pacheco, es otro joven valor de la Real que sobrevuela en la órbita de Anduva.
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