El motivo por el que nunca debes echar azúcar al tomate para reducir la acidez

Si te gusta hacer tomate frito a partir de tomates triturados es posible que hagas algo que suele ser costumbre cuando se prepara esta salsa. Echar un poco de sal y también de azúcar para de alguna manera equilibrar la acidez que puede tener el propio tomate, pero lo cierto es que esta es una costumbre que en Italia, donde cocinar salsa de tomate es toda una tradición, está considerado como un grave error así que descubramos ahora el motivo por el que nunca debes echar azúcar al tomate para reducir la acidez.

Por qué no debes echar azúcar en el tomate

En Italia existe una bonita tradición que consiste en preparar salsa de tomate casera que se suele almacenar durante el invierno y de este modo siempre está disponible en la despensa sin tener que comprar la industrial. Una tradición que ha ido pasando de generación en generación , muy fatigosa pero que da una gran satisfacción al paladar y que une a las familias que al final del día se encuentran disfrutando de un buen plato de espaguetis con albahaca y tomate que les compensa todos los esfuerzos realizados .

Cada abuela tiene su propia receta sagrada en cuanto a la salsa de tomate que, a diferencia de la envasada, no tiene conservantes, colorantes ni aditivos pero sí un sabor especial que huele a hogar y amor, dedicación y recuerdos . Suele pasar que la passata que es como se llama la salsa de tomate concentrado que elaboran, tiene un punto demasiado ácido para nuestro paladar: muchos en este caso se inclinarían por añadir una pizca de azúcar para endulzar el producto pero no es una buena idea en absoluto.

Aquí en España cuando hacemos sofrito de tomate sin más, quizás con algo de cebolla y pimiento, mucha gente echa una lata de tomates triturados y añade una pizca de azúcar e incluso de sal. Se dice que se hace para reducir la mencionada acidez, pero lo cierto es que añadir ese azúcar puede tener en realidad un efecto sobre el sabor que no nos gustará demasiado.

Es una cuestión de química : dependiendo del tipo de tomates que elijamos utilizar para la salsa, el pH está entre 3,9 y 4,6 pero añadir el azúcar no afectará al grado de acidez , sino solo al sabor.

Entonces, ¿Cómo superar el problema de los tomates demasiado ácidos? A lo sumo se puede añadir un poco de bicarbonato de sodio que eleva el pH amortiguando el grado de acidez de la salsa… Sin embargo, el consejo sigue siendo apreciar plenamente lo que la naturaleza nos ofrece tratando los ingredientes lo menos posible.


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