Inyección de esperanza para los Lakers para dejar atrás su triste 2022 y empezar 2023. Tras el feliz y redondo 38 cumpleaños de LeBron con sus 47 puntos y la victoria contra los Hawks, llegaron las alentadoras declaraciones de Anthony Davis sobre su maltrecho estado físico. El pívot, de baja indefinida con una lesión por estrés en su pie derecho, aseguró en una comparecencia ante los medios tras el encuentro de Atlanta, que “el dolor ha disminuido enormemente”, aunque no se quiere pasar de optimismo.
“Me siento mucho mejor, el dolor ha bajado enormemente. Pienso que el siguiente paso es la cura del pie derecho. No quiero hablar de tiempos porque eso es algo diferente, pero se está curando bastante rápido”, destacó el pívot en declaraciones recogidas por la ESPN. Davis está pendiente ahora de someterse a más pruebas para saber exactamente cuánto ha avanzado con la recuperación de su delicada lesión.
“No digo que pueda estar de vuelta en cuatro semanas, pero ojalá”
La ‘Ceja’, que ya se ha perdido 8 partidos, sufre un problema complejo y, por ello, es difícil fijar una fecha exacta de regreso. Un espolón óseo -término que se refiere a las protuberancias de los huesos-, se soltó del hueso navicular de su pie derecho. Este hueso, localizado en la parte superior del pie, sufrió una reacción de estrés tras un choque contra Nikola Jokic en el Lakers – Nuggets del 16 de diciembre. La lesión fue diagnosticada a tiempo, lo que impidió, según explicó el propio pívot, que la reacción derivara en fractura, lo que augura un diagnóstico mucho peor.
Anthony Davis, quien asegura que el dolor ha pasado de un 9 de 10 a un 1 o 2 de 10, está intentando evitar el paso por quirófano. Lo que podría complicar al pívot es ese hueso desprendido. “Quitarlo es algo a considerar cuando se acabe la temporada. Ahora lo que más importa es la reacción de estrés, simplemente monitorizarlo, porque puede llevarte a seis, siete, ocho meses fuera, y preferiría que fueran cuatro semanas antes que siete meses. No digo que pueda estar de vuelta en cuatro semanas, pero ojalá”, explicó el pívot.
El jugador de 29 años reconoce lo difícil que está siendo también a nivel mental volver a verse ante la incertidumbre de las lesiones tras una pasada campaña en la que sólo jugó 40 partidos por este motivo y después de un verano en el que se ha machacado para prevenirlas. “Fue duro para mí simplemente por el hecho de venir de un año pasado con lesiones y regresando con una mentalidad de volver a quien quiero ser como jugador. Me emociona volver a la pista”, zanjó Davis. Sólo por salud mental necesita volver cuanto antes. Los Lakers, también.