El Real Madrid se marcha al tercer parón de selecciones en el peor momento posible. El cuadro de Zidane atraviesa el periodo más fértil de juego y goles y sigue sumando partidos con la portería a 0 (ya van 5), como quedó demostrado en las goleadas ante el Galatasaray en la Champions (6-0) y ante el Eibar en Liga (0-4).
Si Ipurúa fue el escenario de uno de los peores partidos de la efímera era Solari (0-3) el curso pasado, el conjunto de Zinedine completó ante el Eibar la actuación más redonda de toda la temporada, con todos los jugadores sumando para la causa.
Desde un Hazard cada vez más entonado y adaptado hasta un Courtois que ha echado el cerrojo a su portería y que tiene el récord de imbatibilidad de Keylor Navas a tiro. Si aguanta dos minutos en el partido contra la Real Sociedad en el regreso del parón, superará a su excompañero.
Los compromisos internacionales que afectan a buena parte de la plantilla pondrán en cuarentena la mejoría que el Real Madrid ha experimentado desde la derrota contra el Mallorca en Son Moix.
“Nos llega en un mal momento porque el equipo está muy bien”, reconoció Dani Carvajal en Ipurua al ser preguntado por el parón. “Después de las selecciones llega un mes muy duro y espero que sigamos sumando de tres en tres”, apuntó el lateral.
La cuesta de noviembre
A la vuelta las jornadas de selecciones, el Madrid afrontará un tramo peliagudo que servirá para calibrar las aspiraciones de los de Zidane, con la moral por las nubes tras las buenas sensaciones que han dejado en los últimos partidos.
Primero recibirá a la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu en el que será el primer partido de Odegaard como rival del conjunto blanco. Después llegará el PSG de Mbappé y Neymar en un duelo con cierto sabor a revancha tras la paliza recibida en el Parque de los Príncipes en su estreno en la Champions.
El Madrid también afrontará un partido exigente en Mendizorroza, escenario donde el curso pasado perdió por 1-0 a las órdenes de un Lopetegui que ya por entonces empezaba a estar cuestionado.
El parón frena la gran progresión del equipo de Zidane, que cruzará los dedos para que ninguno de sus futbolistas regrese lesionado a Valdebebas.
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