El partido de mañana en Granada


Hay que ver cómo ha cambiado todo. Veníamos de una campaña complicada en la que la salvación casi pica billete para tres previas europeas. Parecíamos pendientes de confirmar si la idea de Garitano podía matizar su marcado carácter defensivo de la exitosa puerta a cero. Manejábamos cierta indiferencia con el nuevo formato copero, anestesiados con la Liga y resignados ante tanto Barça en finales. Nuestros debates se acercaban más a discutir sobre diversas éticas de mínimos: el juego, la falta de gol, los árbitros. Nada nuevo respecto a los últimos años.



Y de repente, un par de prórrogas con penaltis y un final sublime eliminando al verdugo culé cambian el escenario. Al Athletic ya no le exigimos competir, dar el máximo y pelear por Europa. El cuadro de semis y la ida ante el Granada sitúan la exigencia mayoritaria en ganar la Copa en vista de que la Liga no parece la opción más factible para pescar.

La semana pasada preguntábamos a los oyentes de nuestra tertulia que qué sería un fracaso para ellos en esta temporada. La mayoría respondía que no ganar la Copa. El azar y el formato han posibilitado que mañana el Athletic se pueda jugar toda su temporada, a sabiendas de que un resultado positivo tampoco sería sinónimo de éxito. La Copa ya no es una ilusión como antaño. Ahora parece una obligación.


Source link