El peor Cristiano de los últimos 15 años

El peor Cristiano de los últimos 15 años

Cuando se habla de récords negativos con Cristiano Ronaldo hay que hacerlo con matices, y más, en una situación de inestabilidad y de incertidumbre sobre su futuro que vive el luso. Son tantos años a un nivel tan elevado que, cualquier mala dinámica, por mínima que sea, señalan el rendimiento del portugués. Con el atenuante de esa incertidumbre y de la poca confianza de Erik Ten Hag -traducida en pocos minutos de juego-, las primeras cuatro jornadas de la Premier se han consumido sin ningún tanto de CR7.

Sin tener en cuenta en este lapso de tiempo ausencias por lesión o sanción, hacía 15 años que Ronaldo no saldaba los primeros cuatro partidos de Liga sin marcar. Hay que retroceder hasta el curso 07/08 -en su primera etapa en Old Trafford-, para ver el casillero del portugués en blanco en una campaña en la que acabó celebrando 31 tantos en la Premier para acabar levantando su primer Balón de Oro en el último curso también que el United alzó la Champions. 

Ten Hag y Cristiano, sin feeling

VINCE MIGNOTT / EFE

No obstante, a Cristiano le disculpan los pocos minutos que ha jugado, con sólo una titularidad -el del día de la goleada sufrida contra el Brentford (4-0)-, en cuatro partidos. Suplente en las victorias frente a Liverpool y Southampton para sólo acabar jugando 4 y 22 minutos, el acumulado de minutos jugados por el delantero se queda en 153. Hay que remontarse a la campaña 05/06 -justo su segundo año como ‘red devil’-, para recordar un inicio liguero en el que el luso dispusiera de menos minutos: 116 en aquel comienzo. 

Relacionada con el escaso tiempo de juego, hay otra plusmarca negativa que Cristiano ha desempolvado, pues hacía 10 años que CR7 no encadenaba dos suplencias consecutivas en liga. La última vez que esto sucedió se dio en la temporada 12/13, en el Real Madrid, cuando el portugués partió desde el banquillo en partidos contra Deportivo y Barça entre finales de febrero y principios de marzo de 2013. Al contrario que las razones técnicas de Ten Hag, estas suplencias consecutivas se debieron a la voluntad de Jose Mourinho de dar descanso al luso, pues los blancos tenían que afrontar cinco partidos en tres semanas entre Liga y Champions y la prioridad era la máxima competición continental. 

El Barça estaba ya muy alejado en el campeonato doméstico y aun tras la victoria en aquel Clásico (2-1) recordado por las airadas protestas de Valdés al final por un penalti no señalado sobre Adriano los blancos veían a los de Tito Vilanova todavía a 10 puntos. Así que ‘Mou’ quería reservar a Cristiano para tenerlo a su tope -qué cosas-, contra el propio United en una eliminatoria de octavos que se llevó el Madrid en el último año de Alex Ferguson. 

Después del episodio de tensión entre Ten Hag y Cristiano del que se ha hecho eco la prensa inglesa esta semana, el entrenador neerlandés trató de suavizar la situación en la comparecencia posterior al triunfo en Southampton. “Queremos que se quede”, aseguró el ex técnico del Ajax. Sin embargo, estas palabras no concuerdan con el poco tiempo de juego que ha dado a un jugador de la ascendencia de Cristiano en los dos últimos encuentros. 

Con Nápoles y Sporting de Lisboa sonando como destinos definitivos, lo que al principio era sólo el capricho de jugar la Champions parece que se ha convertido en una necesidad acentuada por la proximidad del Mundial para un CR7 que quiere gritar al mundo que todavía no se ha acabado, pues sus cifras de los últimos años están a la altura de grandes goleadores de época en su auge.




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