El precio del crudo depende de que Arabia Saudí recupere su producción



¿Cómo va a afectar a los mercados y al precio de la gasolina el recorte de la más de la mitad de la producción de crudo de Arabia Saudí por los ataques del sábado? Aunque los altos funcionarios del reino se esfuerzan por tranquilizar a sus clientes y aseguran que el volumen se recuperara pronto, los analistas temen que volver a los 10 millones de barriles diarios que Aramco, la empresa estatal de petróleo, extraía hasta ese día pueda llevar semanas, si no meses.
Arabia Saudí es el primer exportador de crudo y proporciona en torno al 10 % de las necesidades globales. Eso significa que el recorte, 5,7 millones de barriles diarios según datos oficiales, equivale a casi el 6 % del consumo mundial, lo que da una idea de la envergadura del problema. Javier Blas, corresponsal jefe de Energía de la agencia Bloomberg, tuiteó que no recuerda que el mercado haya perdido semejante volumen de petróleo de la noche a la mañana desde la invasión de Kuwait por las tropas iraquíes de Sadam Husein en 1990.
Tanto el ministro de Energía saudí, el príncipe Abdulaziz Bin Salmán, como la Agencia Internacional de la Energía (organismo independiente) han subrayado la existencia de inventarios con los que cubrir los compromisos del reino. De acuerdo con los datos del pasado junio, Arabia Saudí dispone de 188 millones de barriles almacenados que servirían de colchón durante semanas. Estados Unidos ha ofrecido sus reservas para garantizar el suministro mundial.

Según el diario económico Financial Times, Riad está en contacto con varios miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por si fuera necesario que aumenten temporalmente su producción hasta que el reino restablezca la suya. Existe margen porque desde finales de 2016, bajo impulso saudí, sus miembros han estado limitando el volumen de crudo que sale al mercado con el fin de elevar su precio.
El problema es que no se conoce el alcance real del daño que han causado los fuegos provocados por el ataque de los rebeldes Huthi de Yemen. Todos los ojos están puestos en la apertura de las bolsas asiáticas este lunes. Media docena de analistas consultados por Reuters coinciden grosso modo en una subida inicial de hasta 10 dólares desde los 60 dólares a que cerró el viernes, que podría alcanzar los 100 dólares si el problema no se resuelve a corto plazo (entre uno y tres meses).
Sin embargo, Nick Butler, un experto en política energética internacional citado por la BBC, advierte de que el efecto podría ser breve. “Durante los dos últimos años, el mercado se ha ajustado sin pestañear a la pérdida por motivos políticos de más de dos millones de barriles diarios de Venezuela e Irán”, recuerda.
La Bolsa de Riad, el mayor mercado árabe, abrió este domingo, primer día de la semana en el reino, con una caída del 3%, pero luego se fue recuperando hasta cerrar con sólo 1,05% de pérdidas.
La preocupación de los observadores no se centra tanto en el ritmo de regreso a la producción como en que los ataques alienten las tensiones regionales y sea eso lo que dispare los precios a más largo plazo. Todos los análisis subrayan el entorno de la agresión: el tira y afloja entre EE UU e Irán. Arabia Saudí es el principal aliado árabe del presidente estadounidense, Donald Trump, y ha apoyado sin fisuras su política de “máxima presión” sobre Teherán para forzarle a renegociar el acuerdo nuclear de 2015 y disminuir su influencia en Oriente Próximo.
Las declaraciones del secretario de Estado, Mike Pompeo, culpando a Irán del ataque han recordado que hace sólo tres meses Trump estuvo a punto de bombardear ese país. Una represalia de ese tipo tendría mucho más impacto sobre el precio del barril y, eventualmente, sobre lo que el consumidor europeo paga por un litro de gasolina.



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