Jan Oblak es junto a Luka Doncic y Pogacar, un ídolo nacional en Eslovenia. La trascendencia que tiene el arquero del Atlético de Madrid es tremenda. No en vano se trata del mejor arquero del mundo.
Siendo así es normal que goce de infinidad de reconocimientos. El último, el de su villa natal, Škofja Loka, un precioso paraje en el corazón del país, en la Alta Carniola. El arquero rojiblanco ha sido elegido ‘ciudadano honorífico’ de su localidad. Además, es la imagen de la campaña turística que invita a visitar esta preciosa zona.
Jan Oblak, arquero del Atlético de Madrid, en su pueblo natal, Škofja Loka, Eslovenia.
“Me encanta volver a Škofja Loka, cuando conduces hacia acá, a través del camino después Godesic entre Lipica y la salida al asentamiento Frankovo… y ves el castillo y todo lo demás ante ti, es uno de los paisajes más bonitos que he visto en mi vida”, empieza explicando mientras camina por el césped del campo en el que él dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol. Oblak comenzó a jugar al fútbol a la edad de cinco años para el club de su ciudad natal, el Ločan. A la edad de diez años, se mudó a la academia juvenil del NK Olimpija Ljubljana. El resto es historia.
Y es que él está muy apegado a su ciudad. Siempre vuelve en vacaciones porque la zona le permite hacer lo que le gusta, la montaña, el lago, la familia… “Siempre estoy contento de volver a casa. Comencé aquí, todo comenzó aquí para mi, por lo que adoro volver. Me encanta ver este campo, esta bella vista”, rememora.
“Estoy feliz de poder representar mi ciudad internacionalmente y que algunas personas puedan venir a visitarla por mi culpa. Es una ciudad pequeña, pero hay mucho por ver. La zona de baño, la ciudad, el castillo… y si tienes tiempo, las colinas que lo rodean todo. Hay mucho por ver”, concluye diciendo.