Encontrar un nuevo equipo al que dirigir no era la prioridad para Monty Williams. Después de ser salir de los Phoenix Suns, el ahora entrenador de los Detroit Pistons tuvo que gestionar una noticia aún peor que su despido: su esposa tenía cáncer de mama.
Williams fue presentado el martes como el nuevo entrenador de los Detroit Pistons y habló sobre la salud de su esposa, a la que esperó a que estuviera bien para aceptar su nuevo trabajo. “La razón por la que lo menciono es para no hablar de mi familia, sino para enfatizar más que las mujeres necesitan pruebas de detección precoz. Hicimos pruebas genéticas y luego escaneo tras escaneo y luego lo encontramos muy temprano. Eso puede haber salvado la vida de mi esposa y podría salvar a otros”.
Williams, cuya primera esposa Ingrid murió en un accidente automovilístico en 2016, tenía en su mente el tomarse al menos una temporada libre para poder estar más tiempo con su familia, pero las buenas noticias sobre el estado de salud de su mujer y la tenacidad de los Pistons lo convencieron para aceptar el puesto.
Además de convertirlo en el entrenador mejor pagado de la NBA, los Pistons añadieron algunas otras cláusulas al contrato de Williams para que no pudiera rechazarlo: acceso a un jet privado por si hay alguna emergencia médica y beneficios de salud adicionales para su esposa.