El presidente más histórico de la Cultural y Deportiva Leonesa, Antonio Amilivia y Zubillaga, tuvo pasado rojiblanco con el Atlético de Madrid, equipo del que formó parte de su plantilla y fue delegado, propiciando durante su etapa como mandatario culturalista fuertes vínculos entre ambos clubes que este jueves se miden en el Reino de León.
La etapa en la presidencia de Amilivia -asumió el cargo en junio de 1951- supuso el primer y único ascenso a Primera División, en la que militó el conjunto leonés en la temporada 1955-56, después de vincular, como filial, a otro equipo de la capital, Júpiter leonés, denominación que ahora tiene precisamente el segundo equipo culturalista que milita en Tercera División.
El hecho de alcanzar la máxima categoría llevó a que se construyera un nuevo estadio en León, “La Puentecilla”, que fue el recinto utilizado hasta 1998 cuando se disputó el último encuentro, trasladándose provisionalmente al Área Deportiva de Puente Castro hasta su actual ubicación en el Reino de León.
El brillo con el que dotó al equipo durante su etapa Amilivia llevó a que pasara a denominarse con su nombre el estadio de “La Puentecilla” hasta su clausura y derribo, en una decisión adoptada en agosto de 1971.
El empresario minero vasco que recaló en la provincia leonesa por su trayectoria profesional, trasladó también su pasión futbolística a la capital leonesa y a su club más representativo después de que su pasado en el Atlético de Madrid le llevara a tener unas cordiales relaciones con su exclub, donde recalaron algunos de los jugadores culturalistas más destacados como Hernández o Vallejo.
El canario Rosendo Hernández incluso alcanzó la internacionalidad absoluta con España y el leonés José Vallejo, a pesar de no triunfar en su etapa en el equipo atlético donde fue cedido dentro del convenio de colaboración, si tuvo una trayectoria de ida y vuelta, porque acabaría su carrera en el equipo de su tierra.
Con el paso de los años, otros jugadores leoneses, pero que nunca vistieron la camiseta de la Cultural, recalaron en el Atlético de Madrid, con el lateral internacional Juan Carlos Rodríguez, exjugador del Real Valladolid y campeón de Europa con el FC Barcelona, como el más destacado.
Quizá de los menos recordados en el fútbol leonés porque su formación futbolística fue en el Salamanca es el central berciano Balbino García, que disputó más de un centenar de partidos en los años 80 con el conjunto rojiblanco, llegando a conquistar una liga y una Copa del Rey, para concluir su carrera en el equipo charro.
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