El primer avión enviado por España a Kabul vuela ya hacia Madrid con 53 españoles y colaboradores afganos


El operativo para la repatriación de la colonia de españoles en Afganistán, el cuerpo diplomático, los policías destacados en Kabul y el personal afgano que durante los últimos años ha trabajado con España está por fin en marcha. El primer avión de las Fuerzas Armadas, con 53 personas a bordo, ha despegado en torno a las ocho de la tarde (hora peninsular) del aeropuerto de Dubái rumbo a Madrid. Los primeros evacuados son trabajadores de la Unión Europea, 16 de ellos personal de la Embajada española, según fuentes próximas al operativo. Está previsto que este grupo llegue el jueves a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones coordinará el dispositivo de acogida en las instalaciones militares. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reunirá a sus ministros por videoconferencia también este jueves para supervisar la operación.

El Gobierno envió hacia Emiratos Árabes Unidos la primera aeronave desde Zaragoza el lunes por la noche, y la segunda, el martes por la mañana. Uno de los dos aviones ha completado ya su primera incursión en la capital afgana y el segundo aguarda la autorización para poder despegar hacia allí y recoger a un nuevo grupo. Los planes iniciales del Ejecutivo pasaban por trasladar a lo largo del día un contingente de entre 100 y 200 personas a Dubái, para hacer escala, y llevarlo a España. La cifra de 200 se alcanzaría en el mejor de los casos: si el primer vuelo cubría todas las plazas —no lo ha hecho— y si Kabul autorizaba la salida del segundo, que también debería ir completo. Los aviones realizarán media docena de vuelos hacia Afganistán, según las mismas fuentes, para repatriar a entre 500 y 600 españoles y afganos que figuran en la lista elaborada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, que dirige José Manuel Albares. Después del traslado de los primeros evacuados a España en avión militar, el resto de repatriados podrían llegar en un vuelo comercial desde Dubái.

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El rápido avance de la ofensiva talibán sobre Kabul obligó el domingo a acelerar los planes del Gobierno, que esa misma noche anunció el envío a Emiratos Árabes Unidos de dos aviones A400M de las Fuerzas Armadas para iniciar la primera fase de repatriación. La tripulación de estas aeronaves está compuesta, entre otros, por pilotos del Ala 31 de Zaragoza, personal del Batallón Cooperación Cívico Militar del Ejército de Tierra y del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo del Ejército del Aire. “Con este dispositivo se pretende dar respuesta a las difíciles condiciones de la evacuación”, según un comunicado conjunto de Exteriores y Defensa emitido el martes. Un tercer avión A400M medicalizado de las Fuerzas Armadas salió en la mañana de este miércoles desde Torrejón hacia Dubái para colaborar en las labores de evacuación.

Exteriores destaca que la capacidad del aeródromo afgano es limitada, de ahí que la mayoría de países europeos haya organizado el operativo con escala en un país de Oriente Medio. Los aviones tan solo disponen de dos horas para completar la operación, lo que dificulta los trámites del control de seguridad y el embarque.

En este primer avión no viaja ningún miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que están colaborando en el operativo. En las proximidades del aeródromo se encontraba desde el domingo por la tarde personal de la Embajada, que fue trasladado “de urgencia” en helicópteros. En la lista de personas incluidas en el plan de repatriación se encuentran los seis residentes españoles que quedaban en el país, el personal de la legación española, entre los que hay miembros del cuerpo diplomático y también empleados del Ministerio del Interior —agentes de las unidades de intervención policial (UIP) y del Grupo de Operaciones Especiales (GEO)— y los traductores afganos —y sus familiares— que durante años han colaborado con España. Podrán viajar en este último grupo cónyuges de los trabajadores, hijos, ascendientes en situación de dependencia y hermanas solteras. Entre los evacuados habrá también algún activista afgano.

Amal (nombre figurado por motivos de seguridad), intérprete que colaboró con las Fuerzas Armadas españolas entre 2007 y 2013, relata que este miércoles el aeropuerto de Kabul continúa sumido en el caos. Los talibanes aún cercan la zona mientras los ciudadanos tratan de aproximarse para pedir ser evacuados. “Así no podemos ir. Si nos llaman y nos piden que vayamos al aeropuerto, con esta situación, es imposible. No podemos poner la vida de nuestras familias en riesgo”, cuenta en una nota de voz. El traductor, que se encuentra escondido a medio kilómetro del aeródromo, explica que aún no ha recibido instrucciones precisas por parte de las autoridades españolas. También señala que los talibanes no les permiten acceder al aeropuerto de Kabul a él y a otros cinco compañeros y que, por tanto, no pueden ser evacuados.

Acogida en España

El Ministerio de Inclusión ha desplegado en las instalaciones militares de Torrejón un dispositivo que prevé que los recién llegados completen una serie de protocolos nada más bajar del avión, como la realización de pruebas covid. El departamento de José Luis Escrivá ha habilitado un espacio para la expedición del documento que acredita la manifestación de voluntad de solicitar asilo. La base contará con recursos para el alojamiento provisional de los afganos antes de que se les derive a otra plaza de acogida estable. La capacidad de las llamadas “instalaciones provisionales de tránsito” es de hasta 800 personas, con distribución diferenciada para las mujeres y sus hijos, y para los hombres, informa Inclusión. Hay aproximadamente 500 plazas habilitadas en el primer caso, mientras que los hombres se distribuirán en dos habitaciones con espacio para 200 personas en literas. Contará además con un comedor para 200 personas, zona de aseos, duchas y un área de recreo para menores y otro espacio de esparcimiento para adultos.

La Secretaría de Estado de Migraciones llevará a cabo el procedimiento para la asignación de plazas de acogida, “en función de la composición de las unidades familiares, vulnerabilidades y necesidades especiales tras las entrevistas personalizadas con las familias”. Las personas solicitantes de protección internacional serán trasladas a plazas de acogida del sistema estatal y gestionadas por entidades con las que el ministerio trabaja en coordinación. El operativo se ha montado en un “tiempo récord” en las instalaciones cedidas por Defensa, coordinado por Inclusión con el despliegue de LA UME y de Cruz Roja, señalan fuentes del ministerio. Interior, Sanidad y Exteriores también participan en el dispositivo.

Con información de Patricia Ortega Dolz y Diego Estebanez.


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