Once jornadas de Liga y cuatro de Europa League para pulsar la temperatura de la temporada derivan, directamente, en el primer partido decisivo. Todos los que ha jugado la Real desde que nació este atípico curso han sido con consecuencias reversibles. El resultado de este jueves contra el Rijeka puede ser definitivo, un ser o no ser. O, en su defecto, marcará de lleno la última jornada de la liguilla de la Europa League.
El duelo con los croatas (Anoeta, 21.00 horas) llega con aroma a final. Y como tal se la ha tomado la Real desde que rescató un punto en los Países Bajos gracias al empate contra el AZ Alkmaar. De la escenificación personal de esta idea se encargó Imanol Alguacil en el encuentro frente al Villarreal. Midiendo, seguramente, cuál es la carga de fatiga de cada jugador, evidenció que mientras recibía al tercero de la Liga estaba mirando de reojo a la penúltima cita del grupo europeo. Su alineación fue compuesta a tal efecto.
La Real se puede clasificar para los dieciseisavos de final de la Europa League este mismo jueves. La condición es la combinación de dos resultados. Que la Real le gane a un Rijeka que no ha puntuado y que llega a Anoeta en calidad de eliminado; y que el Nápoles se imponga al AZ en el AFAS Stadion de Alkmaar. Los italianos se presentan lanzados en Holanda tras un vapuleo de prestigio a la Roma en la Serie A (4-0).
Es el único logaritmo que clasifica a una Real que en ningún caso puede caer eliminada de Europa esta semana. Ganar al Rijeka, en cualquier caso, sería un avance considerable aunque no conlleve efectos matemáticos decisivos. Si a los tres hipotéticos puntos se une un triunfo del AZ al Nápoles, a la Real le valdría con empatar en el campo italiano el jueves, 10 de diciembre (18.55 h.). El empate o la derrota contra los balcánicos obligaría a ganar al Nápoles o a imitar el resultado del AZ frente al Rijeka en la jornada final.
‘Once de gala’ sin Silva a la vista
La alineación de Imanol contra el Villarreal fue inusual y el reparto de minutos se fraguó con premeditación. Con el objetivo de seguir siendo líderes en la Liga de manera que algunos futbolistas se presenten el jueves con la frescura que demanda la contienda.
Zaldua, recuperado del pubis y sensacional en Alkmaar, fue suplente contra el Villarreal, igual que Monreal en el otro lado de la defensa. Los dos salieron en la segunda mitad y también Zubimendi, otro que se postula para salir de inicio ante el Rijeka. Portu y Januzaj descansaron a la vez con David
Silva fuera de combate, pero repetir la fórmula de Alkmaar, donde tanto el murciano como el belga formaron juntos en la alineación, pierde enteros con la recuperación del grancanario. Imanol puede albergar, de modo análogo, alguna duda en el centro de la defensa, donde Zubeldia irrumpe con fuerza tras su partidazo contra el Villarreal.
La Real, según estas variantes, acometería la final contra el Rijeka con ‘once’ similar al formado por Remiro; Zaldua, Zubeldia, Le
Normand, Monreal; Zubimendi; Merino, Silva; Portu, Oyarzabal e Isak
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