El principal investigador de Gürtel acusa a la cúpula policial del PP de torpedear las pesquisas

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Andrés Gómez Gordo, junto a María Dolores de Cospedal, en su etapa de asesor de la entonces presidenta de Castilla-La Mancha.
Andrés Gómez Gordo, junto a María Dolores de Cospedal, en su etapa de asesor de la entonces presidenta de Castilla-La Mancha.EFE

El comisario Andrés Gómez Gordo, antiguo asesor de María Dolores de Cospedal e imputado en el caso Kitchen, admitió ante el juez Manuel García-Castellón el pago con fondos reservados al chófer de Luis Bárcenas, al que la trama captó para espiar presuntamente al extesorero del PP con el objetivo de arrebatarle documentos comprometedores para altos cargos del partido conservador. El agente de la Policía Nacional, hombre de confianza de la ex secretaria general de la formación, aseguró al magistrado que sacaron dinero para dárselo al confidente, Sergio Ríos, y que él mismo se lo entregó en alguna ocasión. “Lo único que se pagaba en la Operación Kitchen con fondos reservados, 2.000 euros mensuales, era al chofer de Bárcenas”, asegura Gómez Gordo durante su declaración ante el magistrado, incorporada al sumario y a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

El comisario detalla que estos pagos se produjeron “asiduamente” y que, en un primer momento, era José Manuel Villarejo quien entregaba el dinero. Pero añade que, cuando este dejó de tener contacto con Ríos, fue él mismo quien pasó a hacer los abonos. “Yo se lo entregaba a Sergio Ríos en algunas ocasiones”, apunta en su testimonio. Los investigadores han encontrado cuatro recibís firmados por Gómez Gordo: de los meses de junio, julio, agosto y septiembre de 2015. Aunque él niega tantos y solo reconoce algunos, según consta en la grabación de su declaración, donde añade que fue Eugenio Pino, director adjunto de la Policía Nacional con el Gobierno de Rajoy, quien le dijo que se podía pagar al chófer de esos fondos.

“Yo no he pillado un duro de nadie en mi vida”, insiste en su defensa Gómez Gordo, una figura clave en esta supuesta trama urdida en la cúpula del Ministerio de Interior durante la etapa de Jorge Fernández Díaz, imputado ya por el juez. Este comisario, que consta en las pesquisas con los alias de Andy y Cospedín, trabajó para Cospedal cuando ella ocupó la presidencia de Castilla-La Mancha, donde lo contrató como director general de Documentación y Análisis en la administración autonómica. Antes, ya había estado empleado también en el Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid entre 2009 y 2010.

La Fiscalía Anticorrupción, que ha pedido la imputación de Cospedal —rechazada de momento por el juez—, ha concluido que Gómez Gordo seguía órdenes en Kitchen de la antigua secretaria general del PP y de su esposo, el empresario Ignacio López del Hierro. El propio Ríos relató al juez que fue Gómez Gordo quien lo captó para esta operación irregular y que le pagó: “Sí, me dio una cuantía de unos meses, que había estado trabajando. No me acuerdo de cuánto”, le contó al magistrado. Los investigadores creen que la trama pagó al menos 53.000 euros a Ríos por su labor, además de comprarle también una pistola con dinero público, según contó otro de los comisarios imputados, Enrique García Castaño, alias El Gordo. Después, además, maniobraron presuntamente para que el confidente entrara en la Policía Nacional y superara las oposiciones. De hecho, Gómez Gordo cuenta que dejaron de pagar con fondos reservados a Ríos cuando “ingresó en la academia”.


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