El pueblo de Castilla-La Mancha más bonito para una escapada otoñal

Aunque las vacaciones de verano hayan llegado a su fin, puedes aprovechar el fin de semana para hacer una escapada rural. En Castilla-La Mancha hay un pueblo precioso situado en el sur de la provincia de Guadalajara. Tiene una población de 885 habitantes, y en el año 1966 fue declarada Conjunto Histórico-Artístico.

Hablamos de Pastrana, que vivió su época de mayor esplendor entre los siglos XVI y XVII. Se encuentra a 95 kilómetros de distancia de Madrid, así que es un destino fantástico para desconectar de la rutina y disfrutar del contacto con la naturaleza.

¿Qué ver en Pastrana?

La Villa Ducal de Pastrana puede presumir de ser uno de los pueblos más bonitos de Castilla-La Mancha. Alberga un gran conjunto histórico y, a pesar del paso del tiempo, mantiene intacto el trazado medieval.

El Palacio Ducal, construido en el siglo XVI, es uno de los monumentos más importantes del municipio. Aquí permaneció encerrada durante once años la Princesa de Éboli, hasta su fallecimiento, por orden del rey Felipe II.

La Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción es una visita obligada en Pastrana. Su origen data del siglo XIV y alberga un Cristo crucificado de estilo gótico primitivo. En la sala capitular está el Museo de los Tapices.

Uno de los lugares que hay que conocer en el pueblo castellanomanchego es el Convento de San José, fundado por Santa Teresa de Jesús. A las afueras de Pastrana hay otro convento que fundó Santa Teresa de Jesús: el Convento del Carmen, donde actualmente se encuentra el Museo de Historia Natural de Pastrana y el Carmelitano.

La Fuente de los Cuatro Caños está en una pequeña plaza que forma un cruce de calles. Es una fuente de piedra del siglo XVI. Recorrer la Calle Palma es una experiencia increíble, ya que a ambos lados se conservan casas que en su día pertenecieron a funcionarios, hidalgos y labriegos.

Para disfrutar de la naturaleza en Pastrana, la Ruta del Calvario es fantástica. Comienza en la Plaza de la Hora y lleva hasta el Mirador del Calvario, desde donde hay unas vistas espectaculares del pueblo. La distancia es de aproximadamente 5 kilómetros (ida y vuelta).

Platos típicos

Para completar la visita a este pueblo de Castilla-La Mancha, puedes probar algunos de los platos típicos de la comunidad.

Uno de los más tradicionales son las migas manchegas. El plato se elabora con migas de pan duro, ajo, jamón, tocino y morcilla. A veces, se acompaña con un huevo frito.

El pisto manchego está delicioso. Se prepara con pimiento, cebolla, un sofrito de tomate, ajo y calabacín.


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