El barcelonismo está pendiente de la celebración del voto de censura, anunciado para el próximo domingo y lunes, 1 y 2 de noviembre, después de que la Generalitat declinara la propuesta de conceder 15 días al club para organizar el referéndum que debe decidir sobre la continuidad de la directiva de Josep Maria Bartomeu.
La junta barcelonista tiene previsto reunirse este lunes para evaluar el momento y asumir la decisión del Govern —activar la votación después de reforzar el protocolo de actuación— o, por el contrario, perseverar en posponer el proceso a causa de las nuevas medidas originadas por la covid después de que ya se aplazara la asamblea prevista para el pasado domingo —la fecha máxima para organizarla es el 31 de diciembre—. El referéndum debe ser convocado con un mínimo de cinco días de margen. La capacidad de maniobra es mínima para Bartomeu.
El presidente no es partidario de someterse a la censura de los socios —las firmas validadas son 19.380 sobre las 16.521 necesarias— y podría dimitir si se mantienen las actuales circunstancias, que están condicionadas por los estatutos del Barça. Algunos directivos son partidarios también de renunciar a sus cargos y dar paso a una comisión gestora, circunstancia que no permitiría al consejo actual cuadrar las cuentas como era la prioridad de Bartomeu. El presidente aspira a cerrar el ejercicio pasado y el actual, celebrar las elecciones el 20 y 21 de marzo y entregar el mando al nuevo presidente el 1 de julio de 2021, cuando oficialmente tomaría posesión el nuevo directivo (en ese intervalo ambas partes deberían pactar un traspaso de poderes para decidir sobre la gestión del club, aspecto sobre el que todavía no hay una hoja de ruta y que podría desembocar en la labor de una gestora; el nuevo presidente no accede al cargo inmediatamente para que esos meses no le computen como un año de mandato, como sucedió con Laporta en 2003).
La decisión de la junta directiva sobre su continuidad y el voto de censura condicionan también los movimientos electorales, pendientes sobre todo de Joan Laporta. El expresidente parece decidido a concurrir a unos comicios que de momento tienen como precandidatos a Víctor Font, Toni Freixa, Agustí Benedito, Lluís Fernández Alá y Jordi Farré, promotor del voto de censura, avalado también por Font y Martínez Alá. La presencia de un candidato continuista se da por descartada aunque puede haber más de un miembro vinculado con la actual directiva que opte a la presidencia como podría ser Emili Rousaud, quien dimitió después del Barçagate. Xavier Vilajoana, que sigue en la junta actual, tiene decidido presentarse tras la decisión de la junta de este lunes y de Bartomeu.
Los aspirantes están muy pendientes de la grave situación económica del club, que debe cerrar también antes del 5 de noviembre la mesa de negociación para aplicar una nueva rebaja salarial en los trabajadores y jugadores profesionales del Barça.
La directiva aguarda que las pérdidas de los ejercicios condicionados por la pandemia no computen a efectos de los avales en los clubes que no son sociedades anónimas deportivas —Barcelona, Real Madrid, Athletic y Osasuna—. Los cuatro están a la espera de la decisión del Consejo Superior de Deportes.
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