El RB Leipzig se lleva un partido loco frente al Istanbul Basaksehir

El RB Leipzig no falló en su visita al Istanbul Basaksehir y se llevó un partido loco para comprimir el disputado Grupo H, en el que militan Manchester United y PSG. El equipo turco vendió muy cara su piel y puso en aprietos al conjunto alemán, que se impuso con muchos apuros para meterse de lleno en la pelea por pasar a octavos.

Los dos equipos ofrecieron un gran espectáculo, especialmente en una segunda parte que enloqueció con el empate del Basaksehir (3-3) en el 85’ y con el tanto de la victoria de Sorloth en el descuento.

El equipo de Julian Nagelsmann salió como un torbellino y desde el inicio puso en aprietos a un Basaksehir avasallado. El sueco Forsberg protagonizó las primeras ocasiones de gol para un Leipzig muy superior y que no paró hasta que consiguió abrir la lata.

Fue justo antes de la media hora de juego, cuando un disparo lejano de Sabitzer pegó en Poulsen y terminó al fondo de la red turca. La afortunada diana frenó el ímpetu del equipo alemán, salvado por su portero en la primera llegada turca.

Gulacsi apareció con parada soberbia al tiro de Demba Ba y logró mantener con ventaja a los suyos. Antes del descanso, todo volvió a revolucionarse; primero con el 0-2 de Mukiele tras una gran jugada colectiva del Leipzig y luego con el zapatazo de Kahveci en el añadido que dio esperanzas a los turcos.

El Basaksehir buscó el empate tras pasar por los vestuarios, sin embargo Dani Olmo amplió la renta del Leipzig con un gran gol en el 66’.

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Todo parecía decidido, pero el equipo turco vendió cara su piel y volvió a recortar distancias con otro disparo escorado de Kahveci.

Poulsen pudo ahorrar el sufrimiento del Leipzig en los últimos minutos, pero el partido estaba ya fuera de control y su centro envenenado se estrelló contra la madera. Los de Nagelsmann, sin saber cómo aserenar el juego, vieron como Kahveci culminaba una noche mágica y firmaba su tercer gol, el del empate, con un lanzamiento de falta directo a la escuadra.

Tocaba obrar un milagro para el Leipzig y Sorloth estaba dispuesto a ello. El delantero, sin ni quererlo, envió primero un balón contra el poste, pero luego sorprendió con un latigazo desde la frontal que dio la victoria final al conjunto alemán.


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