El Real Unión se asoma al abismo


No ha sido un comienzo de año idílico para el Real Unión que, después de sumar un empate ante el Osasuna Promesas el domingo en Gal, firmó el quinto partido consecutivo sin conocer la victoria. Lejos queda ya, el 4 de enero, ese triunfo por la mínima en casa ante el Haro. Como consecuencia de esta tendencia a la baja, los txuribeltz se han asomado al abismo de manera peligrosa: tienen los mismos puntos que Unionistas, que ocupa la plaza de ‘playout’, y están a uno de los puestos de descenso, frontera que marca un Barakaldo que dio la campanada al ganar al Valladolid Promesas en Las Llanas.



Así las cosas, los de Alberto
Iturralde se hallan en un escenario repleto de aristas. No solo porque están a tiro de piedra del infierno, a dos puntos del Izarra, penúltimo, y a siete del colista Tudelano, sino porque este fin de semana deben rendir cuentas en casa del Arenas, un rival directo que podría poner todavía en más aprietos a los guipuzcoanos. Y no es la única curva que se atisba en el horizonte, porque después llegará el Amorebieta a Gal y habrá que lidiar con dos salidas harto complicadas de forma consecutiva: el Real Unión tratará de pescar algún punto en casa del Valladolid Promesas y el Bilbao Athletic.

Con algo más de perspectiva, la situación podría tildarse como dramática ya que el Real Unión solo ha sumado esa victoria ante el Haro en las últimas 10 jornadas. Por todo ello, en Irun no pueden perder más tiempo a pesar de que se dio por bueno el punto obtenido ante un equipo con mucho peligro como Osasuna Promesas, que marcha sexto en la clasificación y está inmerso en la pelea del playoff. “Hemos empezado bien, marcando el gol, pero en la recta final del primer tiempo hemos pasado de tener el partido controlado a no tenerlo tanto”, analizó Iturralde en sala de prensa. El técnico del conjunto irundarra hizo hincapié en que la segunda parte “hemos dominado y lo hemos intentado contra un equipo potente y que está realizando una temporada excelente”.

En busca del gol

Pero a este Real Unión le está costando horrores acertar en los últimos metros. Al margen de la inspiración puntual de Galán y Orbegozo cuando han estado en plenas facultades, el conjunto txuribeltz no puede concretar con cierta asiduidad los acercamientos a la portería contraria. Iturralde es consciente de que “no terminamos la mayor parte de lo que generamos, es evidente”.

Este mal, que se puso de manifiesto ante Osasuna Promesas y sobre todo en la cita anterior frente al Tudelano, cuando solo pudieron pescar un empate (2-2), lleva sobrevolando Gal mucho tiempo. No es un defecto achacable solo a este proyecto sino que es un mantra que no se despega del equipo en las últimas campañas.

A sabiendas de que las aguas se mantendrán bravas en el último tercio de Liga, ganar este sábado en Fadura se antoja fundamental para romper la mala dinámica que atraviesa el equipo. Tres puntos ayudarían a instaurar un clima de relativa calma


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