El relato de Marcelino

El relato de Marcelino

Ni todo es tan bonito como traslada delante del micrófono de la sala de prensa Marcelino, ni es un desastre como señalan sus detractores a la mínima ocasión. En líneas generales el trabajo del técnico de Careñes es bueno y existe bastante consenso en ello, aunque la eliminación copera dejó pelos en la gatera.

A pesar de todo, la coyuntura electoral hace que sea muy difícil su continuidad a tenor de lo visto. Ricardo Barkala ya ha dejado caer que no está entre sus prioridades. Veremos qué planes tiene Iñaki Arechabaletaque, de momento, sigue jugando con los tiempos. Tampoco sabemos sin Jon Uriarte va a terminar por dar el paso al frente.

Siga o no, el mejor legado de Marcelino sería dejar al equipo en competición europea.

Vivos hasta el final

La victoria ante el Atlético de Madrid mete de lleno a los leones en la pelea europea. La derrota del Villareal en Mendizorroza permite a los rojiblancos situarse a un punto del submarino amarillo a falta de cuatro jornadas. Las cuentas pueden salir si el Athletic es capaz de acercarse al pleno de puntos que solicitaba Dani García en sala de prensa. Ganar a los colchoneros es un paso, pero no definitivo.

Valencia, Granada, Osasuna y Sevilla van a decidir el futuro europeo del equipo bilbaíno. No es un calendario sencillo, pero no lo cambio por los rivales de los de Unai Emery: Sevilla, Real Sociedad, Rayo y Barca. Sobre el papel más complicado.

Luego concurren circunstancias especiales al final de temporada. Equipos, de los teóricos grandes que ya no se juegan nada, y escuadras, a priori más débiles, que sacan su mejor versión ante la posibilidad de perder la categoría. Un clásico en los finales de Liga.

La intensidad es la clave

Hay una realidad palmaria. Jugando al 100 %, el Athletic es capaz de ganar a cualquiera, como ha demostrado sobradamente, y sin esa intensidad es capaz de caer ante cualquier rival, como, por desgracia, también ha confirmado en varias ocasiones. El equipo bilbaíno lidera casi siempre el ranking de más kilómetros y a más alta intensidad. Con Marcelino, Garitano y muchos otros entrenadores que sabían que esa era la clave. No es nada nuevo.

No quiero dármelas de adivino, pero estaba convencido de la victoria del pasado sábado. Contra el equipo de Simeone sobra motivación. Es uno de los partidos marcados en rojo en el calendario. Me preocupa más la salida a Granada o la visita de Osasuna. El duelo contra el Valencia no lo meto en el saco porque supongo que los leones tendrán ganas de revancha tras caer en la semifinal de Copa ante los de Bordalás.

Ahora llega el Valencia. Otra vez. El equipo che sorprendió a los bilbaínos en la ida de la semifinal de copa. Toque de atención a la hora de preparar el duelo del sábado. Después de dos victorias consecutivas no puede llegar la relajación si se quiere aspirar a esa séptima plaza.

Sigo sin ver opciones reales de la sexta plaza. Enjugar cinco puntos diferencia en cuatro jornadas me parece misión imposible, salvo que la Real se haga el harakiri.




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