El reparto de la inflación en el próximo trienio bloquea el pacto salarial



El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, este viernes en un acto en Valladolid.NACHO GALLEGO (EFE)

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha rechazado la última propuesta presentada por los sindicatos para renovar el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), por considerar que “contribuye a la inflación de segunda ronda que de la que alertan los organismos oficiales”. Con esta negativa se aleja la posibilidad de que representantes de trabajadores y patronales definan una senda de crecimiento de los salarios para los próximos tres años con la que hacer frente a la subida de los precios.

Los sindicatos UGT y CC OO definieron un nuevo marco de subidas para el trienio 2022, 2023 y 2024, y lo extendieron también hasta 2025. Según este planteamiento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, en el presente año los salarios afrontarían una subida del 3,4%, que se rebajaría al 2,5% en el siguiente, y al 2% en 2024. Sin embargo, entre los años 2023 y 2024 se añadiría una compensación equivalente al 75% de la diferencia entre la inflación media anual de 2022 y lo que se subió ese año. Este es el apartado concreto que no concuerda con los intereses de la patronal. Su contrapuesta ha sido la de ofrecer un incremento de los sueldos a lo largo de los tres próximos años del 8%, una cantidad que quedaría muy por debajo de la propuesta por los sindicatos, que prácticamente alcanzaría ese porcentaje en el segundo año. De cara a 2025, UGT y CC OO recomiendan que la subida corresponda a la suma del IPC de diciembre de 2024, más un 0,25% adicional.

Durante la reunión de este viernes, en la que han participado los secretarios generales de las patronales que conforman el órgano de representación de los empresarios, se han expuesto, como contrapartida a las subidas de los sindicatos, las proyecciones que han realizado para los tres próximos años tanto el Banco de España como el BBVA, junto con las que ha elaborado la propia CEOE. En ellas, la media resultante apunta a que los precios se elevarán en 2022 entre un 7 y un 7,5%; en 2023, entre un 2 y un 2,5% y en 2024, un 2%.

La CEOE considera “inaceptable” la propuesta de los sindicatos, argumentando que esta revisión permanente de los porcentajes que se llevaría a cabo con la incorporación de una cláusula, contribuiría a la asunción como definitiva de una inflación coyuntural, y, por tanto, daría pie a la temida “inflación de segunda ronda”, de la que alertan organismos como, precisamente, el Banco de España. “Salvo que se decida lo contrario, la CEOE no puede suscribir el AENC”, reconoce una fuente presente en la reunión de los empresarios.

El bloqueo, pues, se mantiene, y se vislumbra como una posibilidad más cercana que sindicatos y patronales no lleguen a un acuerdo para definir el marco que debe servir de guía para las futuras negociaciones colectivas. Esta circunstancia impediría que en medio de estos procesos existieran unas líneas maestras que los tutelasen, lo que podría dar pie a resoluciones dispares. Para que esto no sucediera, el planteamiento de los empresarios pasaría por trasladar una serie de recomendaciones para establecer las subidas, que tomarían como referencia la evolución de la inflación subyacente, esto es, la que no toma en consideración los precios energéticos, ni el de los productos alimenticios sin elaborar.

Líneas rojas

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Los sindicatos han fijado como una línea roja la defensa del poder adquisitivo de los trabajadores, por lo que consideran imprescindible blindar sus salarios frente a la inflación. Esto puede hacerse de varias maneras: la primera estableciendo una cláusula de actualización de los salarios, esto es, la que entraría a primeros de año como respuesta al aumento de la inflación; o por medio de cláusulas de revisión, que tienen carácter retroactivo, y, por ello, además de actualizar los sueldos también se retroalimentan con lo perdido en el año anterior.

Estas dos posibilidades son las que no aceptan los empresarios, quienes defienden que la situación de las empresas es comprometida por el aumento de los costes energéticos, y no tienen capacidad para afrontar estas subidas. El Banco de España también se muestra contrario a estas fórmulas, y el gobernador del organismo supervisor, Pablo Hernández de Cos, ha sugerido que las subidas salariales deberían hacerse a varios años y excluyendo de las referencias los precios energéticos.

Fuentes conocedoras de la negociación reconocen que no se ha convocado una nueva reunión entre agentes sociales, aunque aseguran que es muy probable que los contactos se mantengan en los próximos días, a pesar de la cercanía de la festividad de Semana Santa. Apelan a que la imposibilidad de firmar un acuerdo supondría la ruptura de la paz social que “tanto demanda la sociedad en estos momentos”.


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