El Defensor del Pueblo en funciones lanzó el 27 de abril un vaticinio: “En los próximos meses y a lo largo del verano se incrementarán las llegadas de jóvenes con destino a lo que consideran el mejor mundo de los posibles, aunque sea un campamento en Canarias”. Y esas palabras de Francisco Fernández Marugán se están cumpliendo: desde el 15 de junio han arribado a las costas canarias más de 1.100 personas, según los datos registrados por Cruz Roja, coincidentes con los que maneja el Gobierno de Canarias.
Llueve sobre mojado, porque el ritmo de llegadas durante los primeros seis meses del año ya estaba siendo más intenso que el registrado en el mismo periodo de 2020, que se cerró como el segundo año con más llegadas a Canarias, solo superado por las registradas en 2006. Así, el número de migrantes llegados por vía marítima se incrementó en un 16% entre enero y el 15 de junio de este año hasta totalizar 5.734 llegadas. Solo a la isla de Lanzarote han llegado más personas en lo que va de 2021 que en todo 2020. A las islas, según estos datos, arriba una media de casi 38 migrantes al día.
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Entre el pasado sábado y la noche de este lunes han sido rescatados al menos 375 personas a bordo de diez pateras llegadas a Gran Canaria, Fuerteventura, El Hierro, Lanzarote y Tenerife. Entre ellas, tres intervenciones que han vuelto a poner de relieve la letalidad de la ruta canaria. Salvamento Marítimo socorrió en la madrugada del lunes a un cayuco a la deriva a diez kilómetros de la isla de Gran Canaria. A bordo viajaban 35 varones, entre ellos dos que habían muerto, y dos mujeres, según han informado fuentes de los servicios de emergencia.
Los servicios de emergencia interceptaron el pasado sábado, además, a una embarcación con 33 mujeres, 19 hombres y siete menores de edad cerca de la costa del sur de Tenerife. Uno de estos menores permanece ingresado grave en un centro hospitalario de la isla. Salvamento Marítimo, por último, acudió el pasado domingo a apoyar a la Marina marroquí en el rescate de una lancha neumática a 152 kilómetros al sur de Gran Canaria. Los equipos de emergencia españoles pudieron rescatar a una mujer de procedencia subsahariana que flotaba en el agua con un aro salvavidas. No llegaron a tiempo, sin embargo, para salvar la vida de un hombre que flotaba cerca de ella.
Estas últimas muertes elevan a entre 136 y 160 las personas que han perdido la vida o han desaparecido en el Atlántico en lo que va de año intentando llegar a Canarias. Por tanto, esta ruta se cobra de promedio una vida casi cada día desde que empezó 2021, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado para los Refugiados (Acnur). La OIM calcula que desde el 1 de enero hasta este lunes han muerto en la ruta canaria 63 personas y han desaparecido otras 73, lo que ofrece un promedio de una víctima cada 31 horas. Acnur eleva el balance a 81 fallecidos y 79 desaparecidos. Lo que es lo mismo: una vida perdida en el Atlántico cada 27 horas.
Las últimas llegadas confirman, además, la tendencia registrada en el primer trimestre del año, con una mayor afluencia de perfiles vulnerables como mujeres y menores, una tendencia que confirmó recientemente la portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en España, María Jesús Vega. “Estamos observando cómo se está produciendo un número mayor de mujeres y niños entre las personas que están llegando a Canarias”.
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