El robot Perserverance de la NASA hace nuevos hallazgos en el cráter Jezero de Marte

El robot Perserverance de la NASA hace nuevos hallazgos en el cráter Jezero de Marte

Por Julio García G. /Periodista de Ciencia

La búsqueda de agua en nuestro planeta vecino, Marte, está lejos de detenerse. Tan es así que, hace unos días, gracias a los trabajos que sobre la superficie de este planeta realiza el robot Perseverance, se han publicado cuatro importantes trabajos de investigación que han aparecido en la revista Science, una de las más prestigiosas del mundo.

Como apunta la NASA en un reciente comunicado en su sitio de Internet, uno de estos cuatro trabajos tiene que ver con la información que obtuvo Perseverance del suelo del cráter Jezero antes de llegar al antiguo delta del río, también llamado Jezero, en abril de 2022. Un segundo estudio publicado en la misma revista detalla la presencia de rocas que parecen haberse formado a partir de un grueso cuerpo de magma.

Los otros dos artículos, estos publicados en Science Advances, una filial de la revista Science, detallan las formas únicas en que el láser de vaporización de rocas y el radar de penetración que van a bordo de Perseverance pudieron establecer la presencia de rocas ígneas que cubren el suelo del cráter.

Pero ¿qué son las rocas ígneas y qué importancia tienen para la búsqueda de agua y, quizá vida, en el pasado del planeta rojo?

Resulta que las rocas ígneas, aquellas que se forman cuando el magma se enfría y se vuelve sólido, son excelentes para medir el transcurso del tiempo, es decir, permitirán a los científicos predecir, a partir de estudios que se realicen en los próximos meses, si realmente existió o no un lago de agua líquida dentro del cráter Jezero.

El robot Perseverance. Imagen: NASA/JPL-Caltech/MSSS

La presencia de estas rocas también son un indicio de que, en el pasado, hace millones de años, Marte tuvo una gran actividad volcánica la cual podría ser equiparable con la gran actividad volcánica existente en la Tierra hace mucho tiempo.

Pero lo que el robot Perseverance nos puede decir en torno al pasado de Marte quizá sea más de lo que se imaginan los propios científicos. Por ejemplo, podría dar respuesta a la pregunta de ¿Cuándo fue el clima de Marte propicio para que en su superficie existieran lagos y ríos? O bien: ¿Cuándo comenzaron a producirse los cambios para que hoy este planeta sea un sitio tan frío y seco, incapaz de soportar cualquier forma de vida?

Afortunadamente el robot Perseverance realiza actualmente una exploración detallada de la superficie marciana. De hecho, se ha dado a la tarea en los últimos meses de perforar y recolectar muestras de rocas, las cuales se pretenden traer a la Tierra en 2033, fecha en que la NASA pretende enviar una misión de rescate para recuperarlas.

Por otra parte, uno de los cuatro estudios publicados en Science hace referencia a un viejo problema el cual traía de cabeza a los investigadores. Este problema tiene que ver con que, hace unos años, las sondas que estuvieron en Marte en el pasado, detectaron una formación rocosa llena de un mineral llamado olivino.

Esta formación rocosa, la cual se extiende desde el borde interior del cráter Jezero, hacia su región circundante, posee una superficie de unos 70,000 kilómetros cuadrados.

Diferentes tipos de rocas ígneas. Imagen: Shutterstock.

El olivino –se le llama así porque tiene el color verdoso característico de los olivos– es un tipo de roca ígnea que, como su nombre lo indica, se forma a partir de la actividad volcánica.

Entre las teorías que han ofrecido los científicos sobre el origen del olivino en Marte, destacan aquellas que lo atribuyen al impacto de meteoritos, a las erupciones volcánicas y a los procesos sedimentarios.

Otra de las teorías apunta a que el olivino se formó en las profundidades del subsuelo a partir del enfriamiento lento del magma (que es roca fundida), antes de quedar expuesto con el transcurso del tiempo por la erosión.

Esta última teoría parece ser la más plausible. O al menos es la que apoyan investigadores como Yang Liu y sus colegas del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, luego de que el robot Perseverance raspó una roca para revelar su composición. Y al hacerlo, encontró granos de olivino de 3 milímetros, es decir, granos mucho más grandes de lo que se esperaría para el tipo de olivino que se produjo en la lava que se enfrió en la superficie marciana.

En otras palabras: mientras que el olivino que se formó a partir de la lava en toda la superficie de Marte se enfrió muy rápido, aquel encontrado al borde del interior del cráter Jezero lo hizo de forma muy lenta, por lo que, de todo esto, los científicos concluyen que el magma encontrado en el cráter Jezero no estaba en erupción como sí, en cambio, sucedía en el resto de la superficie del planeta.

Pero lo que Liu y sus colegas no explican con detalle es cómo llegó realmente ahí el magma presente en el cráter Jezero. Por lo que seguramente se requerirán de estudios más detallados que den cuenta de cómo se formó el olivino en dicho cráter.

Olivino. Imagen: www.vivescortadaimport.com

Por otro lado, uno de los objetivos fundamentales del robot Perseverance en Marte es la astrobiología, es decir, intentar encontrar vida microbiana que en el pasado pudo haber pululado en su superficie. Por tal motivo, uno de los objetivos de la misión consiste en caracterizar de forma precisa la geología del planeta y el clima que existió en el pasado.

Lograr esta reconstrucción del pasado marciano seguramente allanará el camino para que los seres humanos puedan establecerse ahí quizá a mediados de este siglo. Para que esto suceda –para conquistar otro mundo, que no es poca cosa– será necesario realizar estudios minuciosos sobre qué tan viable es instalar en ese planeta colonias humanas. Si estos humanos podrán soportar un viaje de ocho meses hacia Marte y bajo qué condición lo harían.

Uno de los hombres que han prometido enviar seres humanos a Marte en un futuro no tan lejano es el multimillonario estadounidense Elon Musk, quien a través de su empresa Space X, pretende poner a los primeros hombres en ese planeta en 2026.

Para lograrlo, está desarrollando una nave espacial de nombre Starship que permitiría llevar a más de cien personas a bordo al mismo tiempo. Es decir, esta nave se asemejaría más a un avión comercial que a un cohete espacial. Y, dentro de los planes de Musk se encuentra también poner una base lunar la cual serviría como punto intermedio entre la Tierra y Marte.

Lo que es un hecho es que el futuro de la especie humana está cada vez más ligado al espacio, es decir, a la conquista de otros planetas porque el nuestro parece ser cada vez menos habitable por la sobrepoblación y por la sobre explotación de los recursos naturales. Ello nos está obligando a buscar otros sitios si no queremos sucumbir como especie. Y Marte podría ser el principio de todo esto. Habrá que ver.


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