El Santander incluye entre sus riesgos los ciberataques por la guerra de Ucrania y “monitoriza la situación activamente”


La guerra de Ucrania provoca cada vez más consecuencias sobre la economía global. Uno de los grandes peligros derivados del conflicto bélico es el aumento de los ciberataques, un riesgo que el sector bancario vigila con atención desde el inicio de la ofensiva rusa. Ejemplo de ello es su inclusión en la lista de riesgos del Banco Santander: “El riesgo de ciberataques a empresas e instituciones podría incrementarse como consecuencia del conflicto armado y en respuesta a las sanciones impuestas. Aunque el grupo no ha observado hasta el momento un cambio significativo en la actividad de ciberataques fuera de Rusia y Ucrania, monitoriza la situación activamente”, explica la entidad en su último folleto enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los grandes bancos que operan en España coinciden en que la vigilancia ha sido constante desde el inicio de la guerra. Destacan, eso sí, que no se ha producido un incremento significativo y que las compañías financieras estaban ya preparadas para este tipo de riesgos. Pese a ello, en los primeros días de la invasión de Rusia aumentaron sus trabajos de prevención, algo que solicitaron instituciones como el BCE y el Gobierno de España: advirtieron sobre el riesgo y pidieron extremar la vigilancia. Sin embargo, hasta la fecha no se han registrado problemas vinculados a esta cuestión.

La guerra de Ucrania, además, puede impactar sobre las cuentas del negocio bancario. La exposición del sector en España es mínima, aunque un retroceso o ralentización del crecimiento económico supondría un nuevo varapalo para la banca que encaraba un año de recuperación tras el bajonazo vivido en 2020 con la pandemia de coronavirus.

“La acción militar de Rusia contra Ucrania y las severas sanciones impuestas pueden tener importantes consecuencias negativas no solo para la economía rusa sino también para la europea y podrían reducir la capacidad del grupo para generar ingresos y resultados, así como requerir incrementos de las provisiones para insolvencias. El impacto que pueda tener en la situación financiera del grupo depende de una serie de factores que están fuera de su control, en particular, la duración del conflicto”, añade el Santander en su comunicación a la CNMV.

CaixaBank, por su parte, ya ha incluido en su informe de relevancia prudencial las consecuencias que puede tener para la entidad la guerra, aunque en su caso no menciona por el momento el riesgo de ciberataques. “Este evento condiciona el entorno del grupo, en la medida en que una lenta resolución del conflicto se transmita, vía escalada de precios de las materias primas, en una inflación elevada y persistente, con su lógico impacto sobre las decisiones de los bancos centrales y el crecimiento europeo. A este respecto, las próximas semanas serán clave para determinar en qué escenario se va a desarrollar este evento y su efecto en la materialidad de los diferentes riesgos”, sostiene el banco.

Sobre ciberseguridad, fuentes de la entidad catalana aseguran que siguen los protocolos habituales y analizan en todo momento cualquier nueva amenaza que aparece. “Como operador esencial del Estado estamos coordinados con los diferentes organismos para mantenernos actualizados sobre cualquier novedad y actuar en consecuencia”, añaden estas fuentes, que explican que se implementan continuamente acciones para mitigar este tipo de riesgos.

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