El Senado francés criticó este jueves la “falta de preparación” en el dispositivo puesto en marcha por las autoridades galas antes de la final entre el Liverpool y el Real Madrid el Stade de France de Saint-Denis, según las primeras conclusiones de la comisión de investigación.
Después de recoger durante las últimas dos semanas los testimonios de varios de los implicados en la organización de la final de la Liga de Campeones, disputada el 28 de mayo, los senadores criticaron la gestión del Gobierno de Emmanuel Macron y de la policía.
El presidente de la Comisión de Cultura, Educación y Comunicación del Senado, Laurent Lafon, apuntó a “la falta de preparación” de las autoridades ante un evento de gran magnitud y “a una falta de reactividad durante el acontecimiento”.
Lafon también señaló que las conclusiones preliminares ponen el dedo a “una gestión criticable” después del evento, en alusión a la actitud del ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, quien culpó a la hinchada inglesa de los tumultos alrededor del estadio.
El político galo había achacado la responsabilidad del caos a los 30.000 a 40.000 aficionados del Liverpool que, según la versión de Darmanin, se presentaron al Stade de France con entradas falsas, unas afirmaciones que indignaron al alcalde de Liverpool, Steve Rotheram, quien también dio su testimonio en la comisión.
Las primeras conclusiones -el informe final se presentará en las próximas semanas- apuntan además a una mala gestión de la Prefectura de la Policía, tanto en los filtrados en la entrada del recinto como en el uso abusivo de gases lacrimógenos.
Lafon, asimismo, lamentó “la ausencia de diálogo entre les autoridades francesas y sus homólogos españoles e ingleses”. Los tumultos previos a la final del 28 de mayo dieron la vuelta al mundo, pues varios miles de hinchas, gran parte del Liverpool, no pudieron entrar al estadio por culpa de las enormes filas formadas, una situación que provocó que el encuentro comenzase con 36 minutos de retraso. Muchos aficionados también denunciaron haber sido objeto de robos.