El Sevilla no va de farol

El Sevilla, con un triunfo lleno de pragmatismo en Valladolid, se alza a la tercera plaza de la clasificación a un solo punto de Barcelona y Real Madrid, demostrando su autoridad y que no va de farol en esta Liga. Aunque acabó sufriendo en un final crispado en el que se quedó con diez con la expulsión de Ocampos por doble amarilla, los de Lopetegui dominaron bien la situación, sacaron partido de un bloque defensivo muy sólido e hicieron valer su ventaja gracias a un gol de penalti de Banega.

Al Sevilla se le puso muy pronto el partido de cara, casi en la primera acción de ataque, con un derribo de Javi Moyano a Nolito que Prieto Iglesias señaló como penalti. Banega protagonizó un lanzamiento que Masip detuvo en primera instancia, pero que el VAR ordenó repetir. En la segunda oportunidad el argentino no falló y puso el balón en la escuadra adelantando a los andaluces en una fría noche pucelana que se iba caldeando con fricciones en el terreno de juego.

El equipo de Sergio González, no obstante, se rehizo de una primera fase en la que no tuvo el balón, pasando a dominar el centro del campo aunque sin profundidad mientras el Sevilla disponía de acciones de contraataque en las que la falta de precisión le impidió marcharse al descanso con mayor ventaja, sobre todo en situaciones que De Jong y Nolito no manejaron bien.

Fue al final de esta primera mitad cuando el marcador se pudo mover para alguno de los dos sentidos. Sandro, en un acrobático remate, estrelló el balón en el larguero sorprendiendo a Vaclik con un bote previo en el suelo, mientras que Nolito, en el minuto 44, tuvo la mejor ocasión de la noche al quedarse solo ante Masip y darle de refilón en al balón en una defectuosa definición en el mano a mano.

En la segunda mitad, el equipo local lo intentó pero no logró penetrar la férrea defensa de los andaluces. Sólo una falta que sacó Hervías con dureza y que repelió Vaclik inquietó la portería del checo. Fue a los tres minutos de la reanudación. A partir de ahí, el Sevilla cerró bien todos los espacios, fue práctico y no dio opción a un Valladolid al que le faltaron ideas y que sólo pudo inquietar en acciones a balón parado.

En los últimos minutos, la crispación creció y el Sevilla se quedó con diez con la expulsión de Ocampos, muy tenso toda la noche y que vio la segunda amarilla por protestar. El Valladolid pierde su primer encuentro en casa y los de Lopetegui se erigen en el mejor visitante, con 16 puntos.